¿El presidente brasileño Jair Bolsonaro está cada vez más aislado?
Por lo pronto, en las últimas horas, una serie de gobernadores de los estados del nordeste implementaron la realización de que un comité científico compuesto por médicos, científicos, físicos e investigadores, con el fin de colaborar con ellos y asesorarlos a tomar decisiones sobre acciones para combatir el coronavirus. En los hechos funcionaría como un ministerio de salud paralelo.
Mientras tanto, uno de los ministros de la Corte Suprema de Brasil, Marco Aurélio Mello, realizó un pedido vía la Fiscalía General para que Bolsonaro sea suspendido en su cargo de presidente “por haber cometido diversas acciones que pusieron al país en riesgo ante la emergencia sanitaria del Covid-19”. Este procedimiento se suma al pedido de impeachment que realizaron una serie de diputados en desmedro del primer mandatario, que cada vez parece más cercado.
En definitiva, el científico Miguel Nicolelis y el físico y ex ministro de Ciencia y Tecnología, Sérgio Rezende condujeron este martes la primer “reunión virtual” del grupo de apoyo a los gobernadores norteños, cuyas primeras conclusiones son las de avanzar en medidas que apunten al aislamiento de la sociedad, justamente las contrarias a las dispuestas en el orden nacional por Bolsonaro. El comité anunció que emitirá boletines resumiendo información de los estragos que la enfermedad está causando en la región y avanzará con recomendaciones. En los círculos íntimos del gobierno esta situación fue leída como un comité de crisis que funcionará en forma paralela a la del ministerio de salud nacional. Una visión que tiene absoluta lógica.
El gobernador de Bahía, Rui Costa, del PT y el alcalde de Salvador, Antônio Carlos Magalhães Neto, del DEM, fueron los primeros impulsores de esta movida y luego se le sumaron otros gobernadores, especialmente los de los estados cercanos en el noroeste del país. Costa fue el impulsor, el año pasado del llamado Consorcio del Noroeste, una organización política que enfureció a más de uno en el Palacio del Planalto, sede del gobierno nacional.
Pero Costa no se quedó quieto y resultó muy claro sobre su visión con el coronavirus: “Es una guerra. Necesitamos apoyo científico para ganarlo”, aseguró hace unas horas.
Su declaración va de la mano con la del diputado opositor David Miranda, del Partido Socialismo y Libertad (PSOL): «Bolsonaro está atentando contra la humanidad, está provocando un genocidio de la población brasileña». Justamente Miranda, junto a las diputadas Fernanda Melchionna y Sâmia Bomfim, de su mismo partido fueron quienes radicaron el pedido de impeachment contra el primer mandatario en la Cámara Baja, en relación a la forma en que maneja la crisis sanitaria por la pandemia.
Aunque no son los únicos que arremetieron en las últimas horas contra Bolsonaro. También se está gestando otra liga de gobernadores del centro-sur del país, con la complejidad que ello implica. Están muy cerca de esa idea, por ejemplo João Doria, el gobernador del estado de San Pablo, el pulso económico del país y Marcelo Crivella, el alcalde de la ciudad de Río de Janeiro, Marcelo Crivella, entre otros.
La respuesta de Bolsonaro, mientras sale a la calle impulsando a la gente a seguir con su vida normal, sigue siendo improperios: “Son lunáticos”.
Mientras, Brasil, a media tarde de este martes sumaba 4715 casos, con 168 muertos. Sólo en las últimas 24 horas se registraron 168 nuevos contagios y 5 fallecidos.