«La fiscalía dio una prueba más de que hubo un golpe contra la presidenta electa Dilma Rousseff«, dijo el Partido de los Trabajadores en un comunicado emitido al enterarse de la resolución sobre el llamado maquillaje fiscal no configura delito. De esta manera, se archivó la investigación abierta sobre el crimen de responsabilidad de la mandataria suspendida, y quien es sometida por este asunto a un juicio polìtico ante el Senado.
La decisión fue del fiscal Ivan Marx, de Brasilia, quien, de es ta forma, derrumba uno de los argumentos del juicio político abierto contra Rousseff en diciembre, las llamadas «pedaleadas fiscales» que según sus acusadores se valieron de créditos públicos para hacer frente a gastos sociales.
El asunto tratado por el fiscal fue el Plan Zafra 2014, un programa de incentivo a agricultores y pequeños empresarios que se valió del «maquillaje fiscal».
El fiscal va en contra de la línea de los acusadores de Rousseff, que consideran que ella violó la ley de responsabilidad fiscal porque para hacerle frente a este costo había usado créditos de la banca pública, generando pérdidas a las entidades.
En opinión del fiscal, hubo una morosidad en pagarle a los bancos públicos pero no créditos, por lo cual no se afectó a la ley, aunque Marx sugiró abrir una investigación para determinar si estas acciones tienen fines electorales.
«Lo que hubo fue una simple morosidad contractural sin que se trata de una operación de crédito», dijo.
El fiscal sostuvo que desde 2000 todos los gobiernos hacen el mismo mecanismo sin ser sancionados por el Tribunal de Cuentas de la Unión.