El primer ministro británico, Boris Johnson, se manifestó hoy, poco antes de presidir una reunión del G7 en el suroeste de Inglaterra, a favor de que los países ricos donen desde ahora y hasta fin de 2022, un total de 1.000 millones de vacunas contra el coronavirus a las naciones en desarrollo. En un comunicado, el premier urgió a los países centrales a «proteger a la humanidad en todas partes» mediante la inmunización masiva del planeta. «Puede hacerse, debe hacerse, y esta cumbre del G7 debería decidir qué se hará», enfatizó en su texto, dirigido a reclamar soluciones para problemas sanitarios, ambientales y de género.
«Nuestros científicos tardaron solo 300 días en descifrar Covid y producir las vacunas, pero debemos ser capaces de responder aún más rápidamente. Esta cumbre del G7 iniciará un nuevo esfuerzo para acelerar el desarrollo de vacunas, tratamientos y pruebas para cualquier virus nuevo de 300 a 100 días», añadió. Johnson dijo que el mundo tiene la obligación de asegurarse de que «algo bueno pueda surgir de la terrible experiencia de hoy», y en ese sentido postuló: «Debemos reconstruir mejor (al planeta) con una recuperación económica mundial basada en bases más verdes y justas».
«Sigue siendo un ultraje moral y un grave impedimento para el crecimiento económico que a millones de niñas de todo el mundo se les niegue la educación, lo que frena el desarrollo de sociedades enteras. Nuestro objetivo compartido debe ser lograr que otros 40 millones de niñas vayan a la escuela para el 2025», afirmó. «Le pediré al G7 y a nuestros invitados que contribuyan más al objetivo de la Alianza Global para la Educación de recaudar US$ 5 mil millones para las escuelas en el mundo en desarrollo», agregó.
Estimó que, «a medida que más niños ingresan a las aulas, debemos crear empleos que coincidan con su talento y salvaguardar el entorno que heredarán», por lo que «el G7 puede llevar adelante ambos objetivos apoyando una revolución industrial verde y prometiendo reducir a la mitad nuestras emisiones de carbono para 2030, con el fin de limitar el aumento de las temperaturas globales a 1,5 grados».
«Uniremos al mundo para luchar por este objetivo esencial cuando el Reino Unido sea anfitrión de la conferencia COP26 en Glasgow en noviembre. Mientras tanto, quiero que el G7 proteja la biodiversidad para las generaciones futuras comprometiéndose a proteger al menos el 30 por ciento de nuestra tierra y océanos para 2030», añadió. «Y deberíamos ofrecer a los países en desarrollo la inversión transparente y de alta calidad que necesitan para construir una infraestructura nacional limpia y ecológica, impulsando sus economías», consignó.
Finalmente, Johnson manifestó: «Se trata de una agenda convincente para la recuperación mundial, ambiciosa pero alcanzable, siempre que reunamos la voluntad y el ingenio. Gran Bretaña tiene el privilegio de presidir el G7 y de desempeñar nuestro papel, junto con nuestras democracias afines, en la puesta en marcha de este inmenso esfuerzo. La escala del desafío no exige menos».