El presidente de Brasil, Jair Bolosnaro, dijo hoy que será su ministro de Salud, Marcelo Quiroga, quien tenga la última palabra sobre el anuncio realizado ayer sobre liberar el uso de barbijos a los vacunados y recuperados de coronavirus. La revisión de su decisión ocurre tras una serie de críticas de expertos en salud pública que consideraron la medida «totalmente inadecuada» y que puede contribuir al aumento de casos en el país. «Ayer le pedí al Ministro de Salud que hiciera un estudio sobre mascarillas para que quien ya haya sido infectado y mejorado o haya sido vacunado no necesite llevar barbijo, pero él es quien decidirá, él dará una opinión», dijo Bolsonaro en una rueda de prensa.
La decisión de Bolsonaro, según había informado ayer la prensa local, puede entrar en contradicción con las leyes estaduales o municipales, distritos que tienen potestad para actuar frente a la pandemia, según resolvió la Justicia. Pero además, la medida fue criticada desde sectores académicos y especialistas, entre ellos e infectólogo Julio Croda, profesor de la Universidad Federal de Mato Grosso do Sul (UFMS) e investigador de la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz), quien advirtió que las vacunas no previenen la infección de quienes ya han sido inmunizados.
Croda enfatizó que los vacunados tienen menos probabilidades de contraer Covid-19 de gravedad, pero igualmente pueden transmitir el virus, por lo que mientras la tasa de contagio se mantenga alta y el porcentaje de vacunados se mantenga en el nivel actual, todos deben usar barbijos, señaló, citado por el diario O Globo. Bolsonaro había dicho al inicio del año que quien se quejaba de la pandemia parecía un «marica», un discurso que potenció que sus seguidores tomaran la eliminación del barbijo o del tapabocas, una de las medidas de prevención más recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y expertos internacionales.
En su discurso de anoche el mandatario dijo que el ministro de Salud, Marcelo Queiroga, «ultimará un dictamen con las reglas del uso de mascarillas por parte de quienes estén vacunados o ya estén recuperados». «Será para quitar este símbolo… que obviamente tiene su utilidad, pero para los que están infectados», dijo el presidente. Sin embargo hoy matizó sus comentarios, luego de que ayer Queiroga dijera que el país necesitaba avanzar con la vacunación para implementar la medida. «Queremos que [el no uso de la máscara] sea lo más rápido posible, pero para eso necesitamos vacunar a la población brasileña y seguir adelante», dijo en una entrevista a su salida del ministerio.
Poco después, sin embargo, el Ministerio de Salud difundió un video en el que el ministro confirma que realizará un estudio sobre el tema y atribuye la solicitud del presidente a las medidas tomadas en otros países. Brasil tiene un bajo porcentaje de personas completamente vacunadas contra la Covid-19 (alrededor del 11% de la población) y una alta tasa de transmisión del virus, con la media móvil de nuevos casos de la enfermedad por encima de 50.000 por día.