El flamante presidente de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro, comenzó a honrar sus promesas de campaña con eje en una drástica reducción del Estado. El ministro de Infraestructura de Brasil, Tarcisio Gomes de Freitas, ratificó que la nueva gestión avanzará en la privatización o liquidación de un centenar de empresas estatales.
«Es posible poner eso en práctica», subrayó el funcionario en directa alusión a uno de los slogans de campaña de Bolsonaro.
En declaraciones a la cadena CBN, Gomes de Freitas puntualizó que el nuevo gobierno diseñará el «mapa» de las compañías que podrían ser privatizadas o liquidades en un profundo plan de ajuste en etapas hasta 2022. «Obviamente no estamos hablando solo de privatizaciones, sino también de liquidaciones de empresas que no tienen tanto sentido», subrayó.
En las últimas horas, la prensa brasileña publicó que esa lista tentativa está integrada por el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), el Banco de Brasil, Caixa y Electrobras.
El ministro de Bolsonaro también puntualizó que estudiarán las concesiones por la construcción de 5 mil kilómetros de carreteras y los contratos ya adjudicados a privados por otros 4 mil kilómetros. «Tenemos que ver todos los trechos que tengan posibilidad de ser explotados comercialmente y pasarlos a manos de la iniciativa privada mediante concesiones, privatizaciones o sociedades mixtas», subrayó el ministro de Infraestructura del nuevo gobierno.