El fantasma de la represión recorre Bolivia nuevamente. Desde este jueves, el gobierno de facto sacó decenas de policías y efectivos de las Fuerzas Armadas a patrullar las calles del país andino-amazónico. Realizan operaciones conjuntas, incluso con la participación de grupos tácticos. El gobierno de Jeanine Áñez habla de “patrullaje preventivo”.
Los militares y policías salen a patrullar las calles a pocos días del 22 de enero, Día del Estado Plurinacional y fecha para la cual los sectores que respaldan a Evo Morales han anunciado movilizaciones porque consideran que el mandato de Jeanine Áñez concluye en esa jornada.
Ayer miércoles, el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) dio luz verde al proyecto de ley de ampliación del mandato de Áñez, que ahora se debate en el Legislativo, y que permitiría que la presidenta de facto y todas las autoridades electas por voto directo se mantengan en sus cargos hasta que se elijan nuevas autoridades en mayo próximo.
El comandante de la Policía de La Paz, el coronel William Cordero, informó que el operativo es parte de “trabajos preventivos, como lo hicimos durante todo este tiempo con los grupos especiales” en la sede de gobierno altiplánica erecta a 4000 metros sobre el nivel del mar, “con el fin de prevenir y poder tener la paz que necesitamos para nuestra sociedad”.
No obstante, ha salido a la luz que el plan es nacional. La circular policial 015/2020 habla de una acción combinada “en todo el territorio nacional”.
En La Paz se conformaron “grupos operativos y equipos tácticos con la mayor cantidad de efectivos policiales y parque automotor” que se concentrarán en cuatro puntos: la plaza San Francisco, en el centro; la plaza Humboldt en el sur; y el Regimiento Ingavi y TAM en El Alto. En el resto del país altiplánico se aplican medidas similares, coordinadas con los Centros Estratégicos Operacionales de las FF AA.