El flamante presidente de Estados Unidos, Joe Biden, habló, por primera vez desde que asumió el cargo, con su par ruso, Vladimir Putin, una charla telefónica en la que trataron algunos de los temas más relevantes de la agenda bilateral e internacional: armas nucleares, el conflicto separatista en Ucrania, el acuerdo nuclear con Irán, el gasoducto Nord Stream 2 que empieza en Rusia y termina en Europa, y la detención del opositor Alexey Navalny en Moscú.

Según el Kremlin, la agenda incluyó los siguientes temas: «Se examinaron la retirada unilateral de Estados Unidos del Tratado de Cielos Abiertos, el problema de la preservación del Plan de Acción Integral Conjunto sobre el programa nuclear iraní, la solución de la crisis en Ucrania, así como la iniciativa rusa de celebrar una cumbre de miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU», según la agencia de noticias Sputnik.

Asimismo, el Kremlin aseguró que Putin «subrayó que una normalización de las relaciones entre Rusia y Estados Unidos respondería a los intereses de ambos países y también de toda la comunidad internacional, dada la particular responsabilidad (de ambos Estados) en el mantenimiento de la seguridad y la estabilidad del mundo».

Biden «llamó al presidente Putin esta tarde con la intención de discutir nuestra voluntad de extender (el tratado) Nuevo Start por cinco años», explicó la vocera, en relación al Tratado de Reducción de Armas Estratégicas, un acuerdo bilateral firmado originalmente en la posguerra fría que buscó limitar el número de misiles y cabezas nucleares que posee cada una de las potencias.

Además, Psaki destacó que el flamante mandatario estadounidense le comunicó a Putin que Estados Unidos continuará apoyando a Ucrania frente a lo que consideró como «la agresión» de Rusia, en referencia a la anexión de la península ucraniana de Crimea en 2014 y el apoyo que desde entonces Washington dice que Moscú mantiene con las milicias separatistas prorrusas que siguen controlando de facto parte de dos provincias del este de Ucrania, según la agencia de noticias AFP.

Biden también expresó su preocupación por el «envenenamiento» del opositor Navalny, quien tras recuperarse en Alemania volvió hace una semana y media a Moscú, donde fue inmediatamente detenido, según las autoridades rusas, por no cumplir con los términos de una condena en suspenso de 2014.

Putin no solo ha rechazado en varias ocasiones que Navalny haya sido envenenado en Rusia, sino que acusó a Estados Unidos de injerencia en los asuntos internos del país al acusarlo de fomentar las masivas protestas a favor de la liberación del opositor de los últimos días.

Otro tema que la Casa Blanca destacó de la conversación telefónica fue la promesa de Biden de revisar las sanciones tomadas por su antecesor, Donald Trump al proyecto de gasoducto Nord Stream que busca unir Rusia con el norte de Alemania, a través del Mar Báltico.

«Somos conscientes de que el Gobierno anterior impuso nuevas restricciones a las actividades relacionadas con el gasoducto en virtud de la Ley de Autorización de Defensa Nacional, y estaremos revisando esas medidas», dijo Psaki y añadió que Biden espera continuar consultando con sus socios europeos sobre este tema.

Las sanciones de Trump contra este proyecto energético no solo habían sido cuestionadas por Rusia, sino por la canciller alemana, Angela Merkel.