El australiano Julian Assange, fundador de WikiLeaks, confirmó este jueves a un tribunal británico que se opondrá legalmente a ser extraditado a Estados Unidos. “No deseo entregarme para ser extraditado por haber hecho un periodismo que ha ganado muchos reconocimientos y ha protegido a muchas personas”, aseguró mediante video conferencia en la corte que tramita el pedido de Estados Unidos para ser juzgado por las filtraciones realizadas por su portal.
Assange se encuentra detenido en la prisión de máxima seguridad de Belmarsh, en Londres, donde cumple una condena de cincuenta semanas de cárcel por violar su libertad condicional en el Reino Unido en 2012 al refugiarse en la embajada de Ecuador.
«La batalla comienza realmente hoy», declaró el actual director de WikiLeaks, Kristinn Hrafnsson, que calificó la sentencia como «un escándalo» y aseguró que el activista está muy afectado por la perspectiva de casi un año de encarcelamiento, tras los 2.488 días que poasó en la embajada ecuatoriana en Londres.
Estados Unidos solicitó a Londres la entrega de Assange por “conspiración por infiltrase” en sistemas informáticos gubernamentales con el objetivo de acceder a información clasificada. Si bien ese cargo conlleva una pena de cinco años de prisión como máximo, el actual director de WikiLeaks, Kristinn Hrafnsson, declaró: «Básicamente, lo consideramos como una estrategia para poder presentar luego más cargos en contra de él. Todo parece indicar que podría ser acusado de violar la Ley de Espionaje de 1970, que prevé incluso la pena de muerte».
Washington sostiene que el periodista conspiró con la analista de inteligencia estadounidense Chelsea Manning para hackear una computadora del Pentágono. En la audiencia, el juez del caso expresó que el proceso de extradición tomará «muchos meses» y fijó una nueva fecha de comparecencia para el 30 de mayo, informó la cadena BBC. Richard Hillgrove, vocero de Assange, sentó su posición al declarar: «Si un periodista puede ser extraditado a un país al que no le gusta lo que escucha sobre él en la prensa, esto establece un peligroso precedente para todos los periodistas en cualquier parte del mundo”.
Fuera del edificio judicial, se concentró una multitud de partidarios del ciberactivista con carteles con cosignas como «Liberen a Assange» y «No a la extradición».
En 2010, WikiLeaks publicó cientos de miles documentos secretos del Pentágono sobre las guerras de Afganistán e Irak y cientos de miles de cables diplomáticos de embajadas estadounidenses en todo el mundo. Assange, de 47 años, fue detenido el mes pasado por la policía británica cuando el presidente Lenin Moreno no solo revocó el asilo sino que permitió a la policía británica ingresar a la embajada para que procediera a la detención.
Si bien la defensa de Assange aún no reveló su estrategia, probablemente ésta se relacione a que el pedido de extradición obedece a motivos políticos, por lo que no tendría un juicio imparcial en Estados Unidos. La salud de Assange, tras cinco años de confinamiento en la embajada ecuatoriana, podría ser también clave en la defensa.