La Unión Europea (UE), España, Arabia Saudita, Irán, y otros países árabes e islámicos condenaron un bombardeo israelí que ayer causó decenas de muertos en un campamento de refugiados palestinos en el norte de la Franja de Gaza, en medio de la ofensiva de Israel contra el movimiento Hamas.
El jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell, manifestó su «consternación» por el «elevado número de víctimas» en el bombardeo del Ejército israelí contra el campamento de refugiados de Jabaliya, el más grande de la Franja de Gaza, el territorio costero palestino que está sitiado por Israel.
En un comunicado, Borrel quiso dejar en claro, primero, que la UE ya expresó que «Israel tiene derecho a defenderse en línea con el derecho humanitario y garantizando la protección de todos los civiles».
Agregó que, dicho esto, estaba «consternado por el elevado número de víctimas tras el bombardeo de Israel contra el campamento de refugiados de Jabaliya», informó la agencia de noticias Europa Press.
Borrell reiteró un llamado de la UE a establecer corredores humanitarios para hacer llegar ayuda a los palestinos de Gaza y a fijar pausas en los ataques para poder trasladar la asistencia de manera segura.
El canciller español, José Manuel Albares, dijo estar «horrorizado» por las víctimas civiles del bombardeo israelí y subrayó que el derecho internacional humanitario «debe respetarse siempre».
El ataque disparó tensiones entre Israel y países islámicos -incluso con naciones árabes tienen acuerdos de paz y relaciones con el Estado israelí- que ya estaban muy elevadas por la actual escalada de violencia entre Israel y Hamas desatada por los ataques del movimiento islamista palestino en Israel del mes pasado.
Qatar dijo que el ataque al campamento de refugiados de Jabaliya amenazaba el éxito de una mediación que lleva a cabo para lograr la liberación de unas 240 personas que Hamas tomó como rehenes en sus ataques en Israel del 7 de octubre y se llevó a la Franja de Gaza. Hamas ya liberó a cinco rehenes.
En un comunicado, la Cancillería qatarí dijo que el bombardeo fue «una nueva masacre contra el indefenso pueblo palestino, especialmente contra mujeres y niños».
«La expansión de los ataques israelíes en la Franja de Gaza es una escalada peligrosa en el curso de los enfrentamientos, la cual podría socavar esfuerzos de mediación y desescalada», agregó la nota.
Arabia Saudita, que interrumpió un proceso de normalización de relaciones con Israel por la actual escalada, y Emiratos Árabes Unidos, que estableció relaciones con Israel en 2020, también deploraron el ataque, que el reino saudita calificó de «inhumano».
La Cancillería de Egipto -otro país árabe que tiene un tratado de paz con Israel- dijo que condenaba el bombardeo «en los términos más enérgicos».
El bombardeo del campamento de Jabaliya mató al menos a 50 personas, dijo el Ministerio de Salud de la Franja de Gaza, el enclave palestino gobernado por Hamas.
El Ejército israelí dijo que bombardeó el lugar con el objetivo cumplido de eliminar a un comandante de Hamas implicado en el mortífero ataque del 7 de octubre en Israel, que dejó 1.400 de muertos y desató la actual escalada.
Miles de palestinos murieron en la Franja Gaza desde entonces en bombardeos de represalia de Israel.
El portavoz de la Cancillería iraní, Naser Kanani, condenó el «salvaje bombardeo» contra el campamento de Jabaliya y reclamó a la comunidad internacional «cumplir inmediatamente sus responsabilidades» y «detener la máquina de matar del régimen racista sionista».
A las críticas se sumó Siria, aliado de Irán, que acusó a «la entidad racista israelí» de «cometer un nuevo crimen contra la humanidad» en Jabaliya luego de «múltiples masacres a diario en una política de tierra arrasada».
La Cancillería de Kuwait urgió al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas a actuar para acabar con esta «espiral de violencia» y condenó «la agresión lanzada por las fuerzas de ocupación israelíes contra el campamento de Jabaliya en la asediada Franja de Gaza».