Casi medio centenar de delegaciones de otros tantos países se reunieron en la ciudad saudita de Yeda para una cumbre organizada por el reino para tratar una salida negociada a la guerra en Ucrania. Mientras en el este europeo la situación bélica es de estancamiento de la tan anunciada contraofensiva de Kiev, en los últimos días las escaramuzas se trasladaron a ataques con drones que ya destruyeron edificaciones y produjeron decenas de víctimas tanto en Moscú como en la capital ucraniana.
El último de los ataques fue sobre un petrolero ruso en el estrecho de Kerch, donde está el puente un par de veces dañado y que comunica la península de Crimea con el continente por tierra. El gobierno de Vladimir Putin dice haber destruido ayer un dron MQ Reaper de fabricación estadounidense y haber recuperado un poblado en la zona de Kupiansk.
Riad por su parte, se muestra proclive a unificar criterios en torno a una mesa de negociaciones por Ucrania. Pero por lo pronto no será fácil en vista de que a la cumbre de este sábado no fue invitada Rusia.
Aún así, el vocero del presidente Volodimir Zelenski, Andrii Yermak, dijo a la prensa: «Tenemos muchos desacuerdos y hemos escuchado muchas posiciones, pero es importante que compartamos nuestros principios. Nuestra tarea es unir a todo el mundo en torno a Ucrania». Un dato no menor es que Estados Unidos sí estuvo presente en Yeda, a través del sinuoso consejero de Seguridad Nacional, Jake Sullivan. La comitiva brasileña estuvo encabezada por el excanciller de Lula da Silva, Celso Amorim. «China desea trabajar con la comunidad internacional para continuar desempeñando un papel constructivo en promover una solución política a la crisis de Ucrania», dijo el vocero del ministerio de Relaciones Exteriores chino, Wang Wenbin.
Cuando faltan 16 días para el inicio de la cumbre de los países Brics en Johannesburgo, los representantes ucranianos expresaron su voluntad de que los socios de Rusia (Brasil, India, China y Sudáfrica) presenten un frente común favorable a las posiciones de Kiev.
Es que además, uno de los temas considerados más cruciales en esta instancia es abrir un diálogo con los rusos para resolver la cuestión de las exportaciones de granos a través de los puertos del mar Negro. El 17 de julio el gobierno de Putin dio por terminado el convenio mediado por Turquía en protesta por la falta de reciprocidad. Exige que a cambio de dejar pasar los productos ucranianos los países occidentales cumplan su parte de abrir el comercio internacional a granos y fertilizantes rusos, además de permitir el comercio con sus organismos de crédito.