La ONG Amnistía Internacional (AI) denunció este martes la «destrucción generalizada» que causó la reciente ofensiva militar de Israel contra la Franja de Gaza y dijo que supuso «una forma de castigo colectivo» contra la población civil del enclave palestino.
Israel inició en mayo una campaña de bombardeos en Gaza contra lo que describió como objetivos del grupo islamista palestino Yihad Islámica, que respondió con el disparo de proyectiles contra territorio israelí.
Las hostilidades provocaron la muerte de decenas de palestinos, incluyendo mujeres y niños, y al menos dos personas en Israel, incluido un trabajador palestino.
Amnistía dijo en un informe publicado que «Israel destruyó viviendas palestinas de forma ilegal y sin que mediaran necesidades militares, en lo que constituye una forma de castigo colectivo contra la población civil».
Los ataques aéreos israelíes ordenados por el Gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu fueron desproporcionados y causaron la muerte y heridas a civiles palestinos, incluidos varios niños, dijo Amnistía.
La organización investigó nueve bombardeos que provocaron la muerte de civiles y daños en edificios de viviendas en la Franja.
Según la ONG, 11 civiles, entre ellos cuatro niños, murieron y otros 20 fueron heridos en tres ataques israelíes en Gaza el 9 de mayo.
El Ministerio de Obras palestino informó que 2.943 viviendas fueron atacadas por Israel, 103 de las cuales quedaron completamente destruidas, lo que provocó que 1.244 personas quedaran desplazadas.
Las Brigadas Al Quds, brazo armado de Yihad Islámica, disparó cohetes de forma indiscriminada, y mataron a dos civiles en Israel. Tres palestinos murieron dentro de la Franja de Gaza por cohetes lanzados hacia Israel por el grupo que fallaron y cayeron dentro del enclave costero.
La directora regional de Amnistía Internacional para Medio Oriente y el Norte de África, Heba Morayef, dijo que, a un mes del acuerdo de alto el fuego entre las autoridades israelíes y los grupos armados palestinos, el sufrimiento de la población civil de la Franja de Gaza por estas recurrentes ofensivas israelíes «no cesa nunca».
«Más aterrador que todo esto es la casi certeza de que, salvo que los responsables respondan de sus actos ante la Justicia, estas espantosas escenas se repetirán», señaló, informó la agencia de noticias Europa Press.
«El hecho de que estemos documentando las mismas constantes de homicidios ilegítimos y de destrucción una y otra vez da fe de la inacción de la comunidad internacional a la hora de exigir cuentas a Israel. La impunidad de Israel por los crímenes de guerra que comete reiteradamente contra la población palestina y por sus 16 años de cruel bloqueo ilegal en curso de la Franja de Gaza alienta que se cometan aún más violaciones y cronifica la injusticia», sostuvo.
Morayef sostuvo también que los ataques con cohetes de grupos armados palestinos fueron «indiscriminados» y que debían «investigarse como posibles crímenes de guerra».
Uno de los casos investigados es el ataque perpetrado por Israel el 9 de mayo contra un edificio de dos pisos de Ciudad de Gaza, donde vivía un comandante de las Brigadas Al Quds.
En el ataque murieron él, su esposa e hija de cuatro años, y también dos jóvenes de 17 y 19 años que vivían en el departamento lindante.
«Israel tiene la obligación de cancelar un ataque si resulta evidente que podría causar daños desproporcionados a civiles y a bienes de carácter civil. El lanzamiento intencional de un ataque desproporcionado es un crimen de guerra», exigió Morayef.
La ONG señaló que su investigación no concluyó en que hubiera indicios de que este edificio y otros dañados o destruidos durante los últimos dos días de la ofensiva hubieran sido empleados para almacenar armas u otro material militar ni de que se hubieran lanzado cohetes desde su proximidad inmediata.
«La causa fundamental de esta violencia indescriptible es el sistema de apartheid israelí. Este sistema debe ser desmantelado, debe levantarse inmediatamente el bloqueo de la Franja de Gaza y los responsables del crimen de apartheid, crímenes de guerra y otros crímenes de Derecho Internacional deben rendir cuentas», zanjó Morayef.