La policía londinense confirmó la muerte de doce personas en el incendio declarado esta madrugada en un edificio residencial en la capital británica. «En este momento puedo confirmar seis muertes, pero este número puede elevarse mientras dure la operación de recuperación», dijo el comandante Stuart Cundy de la Scotland Yard.
El incendio en Grenfell Tower, edificio residencial de 24 pisos en el oeste de Londres, también provocó 74 heridos: unas 64 personas fueron hospitalizadas tras el incendio, veinte de ellas en estado grave, y otros diez vecinos acudieron por sus propios medios a los hospitales para solicitar asistencia médica.
Además, según datos de los bomberos, unas 120 familias se vieron afectadas por el desastre y fueron alojadas de forma provisional en centros comunitarios e iglesias cercanas.
Por el momento se desconoce la causa del siniestro. El servicio de bomberos, que recibió la alerta hacia la una de la madrugada, movilizó a más de 200 efectivos en cuarenta camiones para combatir el fuego.
Nick Paget-Brown, concejal del Municipio de Kensington y Chelsea, sostuvo que hay que hacer «una investigación exhaustiva sobre la causa del incendio y por qué se extendió tan rápido». Agregó que siempre hubo «preocupación» por la seguridad contra incendios en los bloques de departamentos, pero insistió que en los edificios en la zona «fueron inspeccionadas regularmente».