México
El candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, cuya campaña ha estado marcada por un virulento discurso contra la migración, mantendrá una reunión con el presidente mexicano Enrique Peña Nieto, en una cita que analistas califican de «incomprensible» y que sólo beneficiará al estadounidense.
La presidencia de México anunció el encuentro en un mensaje vía Twiter, mientras que Trump hizo lo propio desde Estados Unidos a través de la misma red social.
«He aceptado la invitación del presidente Enrique Peña Nieto de México, y espero reunirme con él mañana (por hoy)», escribió el magnate.
Peña Nieto también envió mensajes por Twitter para explicar los motivos de esta inesperada reunión.
«Invité a México a los candidatos a la Presidencia de Estados Unidos, para conversar sobre la relación bilateral. Mañana recibo a Donald Trump (…) Creo en el diálogo para promover los intereses de México en el mundo y, principalmente, para proteger a los mexicanos donde quiera que estén», escribió Peña Nieto.
Visita «incomprensible» y «arriesgada»
A propósito de este encuentro, el equipo de prensa de la candidata demócrata Hilary Clinton emitió un comunicado en el que recuerda los antecedentes de Trump y su discurso antimexicano.
«Trump ha pintado a los mexicanos como ‘violadores’ y criminales y ha prometido deportar a 16 millones de personas, incluyendo a niños y ciudadanos estadounidenses», advirtió el comunicado del equipo de campaña de Clinton.
Recordó que Trump ha amenazado con construir un muro en la frontera con México, a pagar por el país latinoamericano, y que si se niega a hacerlo congelará las remesas que los mexicanos envían a sus familias, uno de los principales ingresos de este país.
«Este encuentro es incomprensible desde la perspectiva mexicana. ¿De qué van a dialogar? ¿Del precio del muro? Clinton ya lo dijo bien, Trump está incapacitado mentalmente para gobernar, pero Peña Nieto al recibirlo lo va a legitimar», dijo a la AFP Alejandro Hope, exagente de la inteligencia mexicana y actual analista político.
En la misma tónica, Ana María Salazar, exasesora del Pentágono y exmiembro del gabinete de Bill Clinton, comentó que esta decisión de Peña Nieto de entrevistarse con Trump es «arriesgada» y podría traerle muchos «cuestionamientos» en el plano interno.
Peña Nieto, que está por entrar en su quinto año de seis en la presidencia, vive su peor momento de aprobación popular, con un mínimo de 23%, según una encuesta del diario Reforma publicada días atrás.
Múltiples escándalos rodean estos días a Peña Nieto y su gobierno, desde el plagio de párrafos completos de al menos una decena de autores para su tesis de abogado, hasta la acusación lanzada la semana pasada por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (defensoría) de que la policía federal ejecutó extrajudicialmente a 22 civiles en un operativo antidrogas.
«Esto de venir a ver a Peña Nieto va a ayudar a Trump con el voto blanco moderado, a mostrarse que no es tan racista xenófobo como parece», añadió Hope, al no descartar un repunte en las encuestas del magnate estadounidense con este gesto.
«Es dificil imaginar que salga algo positivo. Trump puede usar la reunión para salir a Estados Unidos y decir que le dijo a la cara a Peña Nieto lo que piensa», consideró por su lado Salazar.
¿Nueva arremetida?
Desde que lanzó su campaña, Trump ha sostenido un virulento discurso contra la migración y su visita a México se producirá el mismo día en que celebrará un mitin en Arizona en el que se anticipa una nueva arremetida contra ellos.
«Desde el primer día dije que iba a construir un gran muro en la FRONTERA SUR, y mucho más. Alto a la inmigración ilegal. ¡Ya verán el miércoles!», escribió el martes el candidato republicano en Twitter.
Peña Nieto había a respondido a esos ataques equiparando a Trump con Hitler, señalando que México no pagará por el muro fronterizo y destacando los beneficios de la relación comercial entre ambos países.
Pero en su visita a Estados Unidos en julio pasado, moderó su tono, resaltó los beneficios de la relación económica entre ambos vecinos y dijo que invitaba a Trump y a Clinton a entablar un «diálogo franco y abierto».
Se estima que en Estados Unidos viven unos 11 millones de indocumentados, la mayoría de ellos mexicanos que migraron obligados por la necesidad de encontrar un empleo que les permita subsistir y enviar dinero a sus familias.
Estados Unidos es el principal socio comercial de México.