Stirling, Reino Unido
La jefa del gobierno escocés, Nicola Sturgeon, anunció este viernes una campaña para promover la independencia de Escocia entre quienes se opusieron a ella en el referéndum de 2014.
La victoria del Brexit en el referéndum británico de junio, pese a los votos en contra de la mayoría de los escoceses, pone de nuevo sobre la mesa la secesión, dijo Sturgeon en un discurso pronunciado en la localidad escocesa de Stirling.
En el referéndum de 2014, 55% de los votantes se opusieron a la secesión.
«Podéis tener un mandato en Inglaterra y Gales para abandonar la UE, pero no tenéis un mandato claro de Escocia», lanzó la líder del SNP (Partido Nacional Escocés), en un mensaje dirigido al gobierno de Londres.
«Mientras estudiamos todas las opciones para proteger nuestros intereses, el debate debe incluir un examen de la independencia en un momento en que las circunstancias han cambiado profundamente», añadió Sturgeon, justificando así volver sobre este tema que parecía zanjado.
Sutrgeon invitó a los militantes del partido a salir a hablar con «al menos 2 millones de personas», la mitad del electorado, entre ahora y finales noviembre, «con la mirada fresca y la mente abierta».
«Tiene que ser un nuevo debate, no una repetición del de 2014», añadió.
«El Reino Unido que existía antes del 23 de junio ha cambiado sustancialmente. El debate ahora es si vamos hacia adelante, protegiendo nuestro lugar como nación europea, o hacia atrás, bajo un gobierno conservador con prioridades muy diferentes».
«No doy nada por sentado, pero creo que el apoyo a la independencia aumentaría si está claro que es el mejor modo de proteger los intereses de Escocia».
Pese a las estimaciones de Sturgeon, un sondeo realizado por Yougov y publicado este viernes en el diario The Times afirma que un 54% de los escoceses son partidarios de seguir en el Reino Unido y un 46% prefieren la secesión.
En cualquier caso, precisó la jefa de gobierno, «Escocia solo debería ser independiente si lo quiere una mayoría».
Sturgeon esgrimió la crisis de los laboristas como otro motivo para alejarse de Londres, dado que allanará el camino a «décadas» de gobiernos conservadores.