El nuevo presidente estadounidense desconcertó a sus aliados europeos al dejar de lado la línea dura con Moscú adoptada por la administración estadounidense de Barack Obama y al cuestionar el compromiso de Washington, de ya 70 años, con la alianza que Trump tildó de obsoleta.
Pero Stoltenberg declaró que en conversaciones recientes con Trump y con el nuevo secretario de Defensa estadounidense, James Mattis, ambos dieron el mismo mensaje, Estados Unidos mantiene su compromiso con la OTAN y con el vínculo transatlántico.
El mensaje de la nueva administración es que quieren igualmente un diálogo con Rusia, pero desde una posición de fuerza, declaró Stoltenberg a la prensa al término de un encuentro de la OTAN en Bruselas con el nuevo presidente búlgaro, Rumen Radev.
Los dirigentes de los 28 miembros de la OTAN aprobaron en julio el refuerzo militar más importante de la Alianza desde el fin de la Guerra Fría en el este, en respuesta a la intervención de Rusia en Ucrania y de la anexión de Crimea.