El presidente Sebastián Piñera se dirigió el domingo al país optimista frente al acuerdo político alcanzado para redactar una nueva Constitución y por primera vez condenó los abusos cometidos por la policía en las protestas que han sacudido Chile desde hace un mes.
Después de cuatro semanas, Piñera también envió condolencias a los familiares de las víctimas de un estallido social sin precedentes desde la recuperación de la democracia en 1990.
El mandatario saludó el acuerdo histórico alcanzado en el Congreso el viernes para convocar a un plebiscito en abril de 2020 con el fin de cambiar la Constitución que se mantiene como herencia de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), un reclamo de la ciudadanía que surgió como una posible salida a la crisis.
«Hubo uso excesivo de la fuerza, se cometieron abusos o delitos y no se respetaron los derechos de todos», reconoció el presidente en un mensaje al país sobre los 22 muertos, miles de heridos y más de 200 personas con graves lesiones oculares que han dejado las protestas desde el viernes 18 de octubre.
Prometió que «no habrá impunidad ni con los que hicieron actos de inusitada violencia ni con aquellos que cometieron atropellos y abusos. Haremos lo mejor para asistir a las víctimas».
Cinco de los 22 muertos fueron causados por la acción de agentes del Estado; el resto murió en medio de incendios y saqueos o atropellados en las manifestaciones. Y más de 200 personas han resultado con heridas oculares graves o han perdido la visión en alguno de sus ojos tras recibir balines disparados por la policía.
El viernes, en otra masiva concentración en la Plaza Italia de Santiago, un manifestante sufrió un ataque al corazón pero organizaciones denuncian que el accionar de la policía -que lanzó gases y disparos de perdigones al personal médico- impidió una oportuna atención al joven que murió finalmente en el hospital.
El país cambió
La actual carta magna es señalada como el origen de las desigualdades de la sociedad chilena, ya que fue aprobada en un cuestionado plebiscito en los años más cruentos del régimen militar de Pinochet.
«Si la ciudadanía así lo decide avanzaremos a una nueva Constitución, la primera en democracia», afirmó también Piñera, en su mensaje desde el palacio presidencial, al referirse al acuerdo para convocar a un plebiscito con el fin de redactar una nueva carta magna.
El Congreso, tras una maratónica reunión, alcanzó el viernes un acuerdo para convocar a un plebiscito en abril del próximo año, en el que la ciudadanía debe decidir si quiere reformar o no la Constitución y bajo qué mecanismo: una asamblea constituyente o una convención mixta, con la mitad de parlamentarios.
«En las últimas cuatro semanas, Chile cambió; los chilenos cambiaron, el gobierno cambió; todos hemos cambiado. El pacto social bajo el cual habíamos vivido se resquebrajó», dijo el mandatario.
Piñera aseguró, no obstante, que «el desenlace de estas cuatro semanas, aún no está escrito» y que todavía faltan varios acuerdos sociales, entre ellos uno para reformar el sistema de pensiones.
«El próximo acuerdo tiene que ser para mejorar las pensiones», uno de los pilares de las protestas callejeras.
La ciudadanía pide reformar el sistema que también se mantiene como herencia de la dictadura, que establece la capitalización absolutamente individual de los trabajadores y que entrega pensiones tan bajas o menores que el sueldo mínimo (de 418 dólares) a la mayoría de los jubilados, aseguró el mandatario.
Una encuesta de la consultora Cadem reveló este domingo un aumento de la popularidad del mandatario en la última semana, que pasó al 17%, habiendo bajado al 13% en lo peor de esta crisis. El estudio también indicó que un 67% valora positivamente el acuerdo por la nueva Constitución.