Al menos 74 civiles murieron durante dos días de combates en la ciudad sudanesa de Al Genaina, capital del estado de Darfur, uno de los epicentros del conflicto entre el Ejército de Sudán y el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR). «Numerosos heridos y víctimas mortales por los choques no han sido incluidos en este recuento y no han podido llegar a los hospitales por la dificultad del traslado y la situación de seguridad en el país», informó el sindicato de los médicos sudaneses en un comunicado.

El informe agregó que se registraron al menos 387 civiles muertos y casi 2000 heridos desde el inicio de los combates, el 15 de abril pasado, una cifra que el Ministerio de Salud elevó a 512 y 4.000 respectivamente.

Los combates continuaban en varias zonas de Sudán, pese a que las dos partes en conflicto, el ejército liderado por el general Abdel Fattah al Burhan y los paramilitares, acordaron prorrogar una tregua mediada por Estados Unidos destinada a frenar los combates. Desde Washington, en tanto, se informó que habían ordenado la evacuación de todo el personal de su embajada y habían puesto transporte para hacer lo propio con los civiles.

«La situación sigue siendo muy tensa. Ayer (por el viernes) fue un día muy difícil. No hay más comida», porque «los mercados han sido saqueados», dijo a la agencia de noticias AFP un habitante de Al Geneina.

Darfur, que entre 2003 y 2008 sufrió un conflicto étnico que se cobró la vida de 300.000 personas, es una de las zonas más azotadas por los combates.

Las hostilidades estallaron el 15 de abril en el marco de un aumento de las tensiones en torno a la integración de las FAR, lideradas por Mohamed Hamdan Dagalo, a las Fuerzas Armadas, parte clave de un acuerdo firmado en diciembre para formar un nuevo gobierno civil y reactivar la transición, tras el golpe de Estado que en octubre de 2021 derrocó al primer ministro de unidad nombrado en un acuerdo entre militares y civiles.

Se trata de un conflicto de poder entre los militares y paramilitares que encabezaron la asonada que en abril de 2019 derrocó a Omar al Bashir, quien lideraba el país desde 1993.

Por su parte, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, mantuvo una conversación telefónica con el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, en la que se ofreció para, junto con la organización, ser anfitriones de un proceso de diálogo entre las partes en conflicto en Sudán.

Erdogan aseguró que Ankara puede facilitar que el Ejército sudanés y los paramilitares se sienten a negociar para poner fin a las hostilidades. «