Desde La Matanza, el presidente del PJ bonaerense, Máximo Kirchner, volvió a reclamar ayer que el gobierno nacional instrumente una «suma fija» para los trabajadores que permita paliar el impacto de la inflación en el bolsillo. Le respondió al albertismo por las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) y las relativizó al asegurar que son «un instrumento, como la guitarra, depende quien la agarre suena bien o suena mal» y concluyó que «lo mejor es tener una buena partitura» en relación a definir un programa de gobierno, como había pedido la vicepresidenta Cristina Kirchner.

El diputado nacional cerró el Congreso del PJ que se reunió ayer al mediodía en el Polideportivo Juan Domingo Perón de González Catán, para cumplir con las formalidades partidarias de cara a las PASO. En una sesión exprés, los congresales aprobaron el orden del día y votaron los cinco representantes que tendrán la lapicera en nombre del partido para conformar las alianzas de cara al 13 de agosto, y que habían sido acordados el viernes para dar espacio a todos los sectores de la coalición gobernante. Además de Kirchner, fueron elegidos para cumplir con ese rol la vicegobernadora Verónica Magario, por el Ejecutivo bonaerense; el jefe de Gabinete bonaerense, Martín Insaurralde, por los intendentes; el ministro de Obras Públicas de la Nación, Gabriel Katopodis, por su diálogo con la Casa Rosada, y la intendenta de Moreno y vicepresidenta del partido, Mariel Fernández, por los movimientos sociales y el Evita.

Tras la votación, Kirchner habló ante los congresales y la militancia rodeado por los ministros Eduardo «Wado» de Pedro y Gabriel Katopodis, como también por el intendente anfitrión y titular del congreso, Fernando Espinoza, entre otros dirigentes que se ubicaron en el escenario. El diputado nacional del FdT arrancó su discurso con un pedido en línea con el contexto económico: pidió una «suma fija» para los trabajadores, como ya lo había hecho el PJ en su último encuentro, para poder atenuar el impacto de la inflación que en abril trepó al 8,4%, y le envió un mensaje a los sindicalistas de la CGT.

El dirigente dijo que no se trata de no defender las paritarias y recordó que fue el gobierno de su padre, Néstor Kirchner, el que reinstauró las negociaciones colectivas, pero advirtió que los trabajadores están por debajo de la línea de pobreza y que el peronismo «no puede mirar para otro lado». «Nuestra gente tiene urgencias, entonces lo que uno le pide con toda humildad a los compañeros de los sindicatos y de la CGT es que, más allá de que todos sabemos que la paritaria es mejor que la suma fija, nuestra gente necesita una mano ahora, necesita una mano ya», remarcó. Y lanzó: «Tenemos que representar a la gente, no ver quién la tiene más larga».

Foto: Pepe Mateos / Télam

También se refirió al debate interno en el oficialismo sobre la forma de definir las candidaturas y le bajó el precio a las PASO, apenas horas después de que el presidente Alberto Fernández volviera a defender ese método para dirimir quién será el postulante del FdT. Kirchner recordó que él siempre defendió las primarias y que se opuso cuando querían suspenderlas en el Congreso. Pero aclaró que «es un instrumento, como la guitarra, depende quién la agarre suena bien o mal» y consideró que «lo mejor es tener una buena partitura, y eso es tener un buen programa de gobierno, que sea por PASO o por síntesis, se cumple a partir del 10 de diciembre de 2023». Retomó así el pedido que ya había hecho Cristina Kirchner en su charla magistral del Teatro Argentino cuando dijo que no importaba el candidato sino el plan de gobierno. «Es la mejor manera para que nuestro espacio salde las discusiones», agregó Máximo.

En otro tramo de su discurso criticó con dureza al ex presidente Mauricio Macri por el endeudamiento con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y por liquidar las reservas en 2019. «Ni siquiera con 50 mil millones de dólares pudo ganar la elección», disparó. Y criticó a los precandidatos presidenciales del espacio, Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, al recordar que fueron parte del gobierno de la Alianza, cuyo gobierno terminó en el estallido del 19 y 20 de diciembre de 2001. Y sostuvo en este punto que es necesario contarle a los jóvenes que el peronismo es la mejor opción para el país.

En el final de una semana de tensión política por el fallo de la Corte Suprema de Justicia que suspendió las elecciones en Tucumán y San Juan, Kirchner advirtió que se están cumpliendo 40 años de democracia pero que «está mutilada» porque, además de tener 40 puntos de pobreza, «hay un partido judicial que se ha entrometido en los procesos electorales tratando de evitar el triunfo del peronismo». Consideró que los cortesanos y la oposición están «asustados» porque se ganaron los comicios en La Rioja y Misiones. Y se despachó contra el titular de la Corte, Horacio Rosatti, a quien calificó como «un intendente mediocre» que tras fracasar en la política «se entregó manso a los deseos y órdenes de las corporaciones».

En este punto también habló, aunque sin mencionarla, de la situación electoral de Cristina Kirchner y de «la proscripción» que implica su condena en la Causa Vialidad. «Si sabrá el peronismo que lo que el peronismo quiere votar, y lo que muchas argentinas y argentinos quieren votar, no pueden hacerlo», dijo, al tiempo que llamó a la militancia a dar las discusiones en el barrio para «construir una opción superadora» de cara a la elección que viene.

En el final, habló de su situación personal y desalentó las versiones que lo indicaban como posible candidato a senador nacional. «No me interesa ser candidato a nada», subrayó, y dijo que lo único que le interesa es que «el peronismo de la provincia gobierne la provincia de Buenos Aires y ayude a que el peronismo gobierne el país», ya que, sentenció: «No hace falta ser candidato a algo para poder transformar la realidad». «