Las ballenas, animal emblema de la belleza chubutense, están causando alarma en la región tras la muerte de al menos 15 ejemplares en los últimos días. Desde el Instituto de Conservación de Ballenas (ICB) de Chubut confirmaron este lunes el hallazgo de otra ballena franca austral muerta en la Península Valdés, tras el primer caso hace diez días. La causa aún es materia de investigación, pero todo apunta a la intoxicación con microalgas que se reproducen durante la primavera, en lo que se conoce como Marea Roja.
“Es la hipótesis más fuerte que tenemos, porque hay unos niveles de toxinas extremadamente altos. No son usuales”, explicó Mariano Coscarella, biólogo del Conicet, en diálogo con Tiempo. “Es un fenómeno natural que se da en primavera, cuando las microalgas encuentran condiciones adecuadas para su reproducción. Todos los años hay esta producción de microalgas y aparece la Marea Roja. Pero este año ha sido excepcionalmente grande el nivel”, remarcó el investigador del Laboratorio de Mamíferos Marinos del Centro Nacional Patagónico.
¿Por qué este nivel inusualmente alto de toxinas? “No hay una causa a la que se pueda atribuir. Pueden ser múltiples. No hay un evento particular por el que digamos que se contaminó de esta manera. Puede incidir el cambio climático”, señaló. Y agregó que, pese al impacto que generan las imágenes de las ballenas muertas, “es prácticamente imposible hacer algo. Las ballenas comen. No podemos evitar que las algas se reproduzcan ni que las ballenas coman. Da mucho pesar verlas muertas, pero no hay demasiadas cosas para hacer”.
Por el momento se aguarda el resultado de las necropsias realizadas a las ballenas para terminar de confirmar que este fue el motivo de su deceso, ya que se trataba de ejemplares adultos sanos. La Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, el Centro Nacional Patagónico (CENPAT) dependiente del Conicet y el Laboratorio Provincial de Salud Ambiental trabajan para determinarlo.
Por este mismo fenómeno, el 28 de septiembre pasado la Secretaría de Pesca de Chubut resolvió vedar la extracción de moluscos bivalvos y gasterópodos en todo el Golfo Nuevo y Golfo San José. Fue tras la detección de valores superiores a las 400 unidades de referencia de toxina paralizante de moluscos (TPM).
“Cuando se llega a 400 la autoridad de aplicación declara veda. Ahora continúa, porque los niveles la semana pasada fueron de 18 mil”, advirtió Coscarella. Esas toxinas no le hacen daño a los moluscos que las acumulan, pero sí a quien los consume. La intoxicación por marea roja puede llegar a ser fatal y la cocción no elimina la toxina.
En tanto, en las últimas horas la Dirección Provincial de Salud Ambiental del Chubut y la Subsecretaría de Servicios Públicos, pertenecientes al Ministerio de Salud y de Infraestructura, Energía y Planificación, informaron que el agua de Puerto Pirámides es segura para su consumo. Las muestras se habían tomado el viernes pasado, ante la presencia de microalgas productoras de toxinas en alta concentración en la zona. “No se detectó la presencia de estos componentes en el agua de la red de la localidad”, aseguraron las autoridades locales. Así concluyó la restricción de la ingesta de agua producida por la Planta de Ósmosis Inversa y distribuida en la localidad, establecida en forma precautoria el 30 de septiembre.