Una vez más, las escuelas porteñas vuelven a ser escenario de hechos vandálicos y robos ante la ausencia de la administración porteña. Desde la comunidad educativa aseguran que estos hechos son sistemáticos, y que “expresan una violencia y desprecio total por la educación pública y gratuita, semejante a la que muestra la ministra Soledad Acuña. Ya no sabemos que hacer, porque no es la primera vez que pasa”, cuenta a Tiempo una trabajadora auxiliar de la Escuela N° 8 del distrito escolar 10. Desde el colegio aseguran que el edificio escolar necesita con urgencia la presencia de un portero que cuide las instalaciones durante las noches y los fines de semana.
El robo ocurrió entre la noche del domingo y la madrugada del 17 de octubre. Al ingresar al edificio escolar, las docentes se encontraron con varios elementos destruidos, tirados en el piso y con la dirección de la escuela ‘dada vuelta’. ”Se llevaron varios objetos personales del equipo de conducción, la cámara fotográfica adquirida con mucho esfuerzo por la cooperadora escolar, y lamentablemente se llevaron todas las netbooks de los chicos. Son varios los robos que sufrimos en este último año”, agrega la trabajadora
En un comunicado, la institución expresó su “impotencia y hartazgo ante el abandono de nuestras escuelas” y señaló al Gobierno porteño y al Ministerio de Educación como los únicos responsables. “Se nos revuelven las tripas de impotencia porque los recursos que tenemos son absolutamente insuficientes y somos las familias y la docencia quienes sostenemos, compramos y cuidamos lo poco que tenemos para dar clases con recursos tecnológicos adaptados a los tiempos que corren. Este sábado 22 de octubre la cooperadora estaba organizando un festival para seguir recaudando fondos para la educación de los y las niñas de la 8 y hoy nos encontramos con la escuela vandalizada, todo patas para arriba”, expresa el documento.
“Mientras siguen con la pantomima de extender los días de clase del calendario escolar como si eso garantizara más y mejor educación”, sigue el comunicado, “nuestras escuelas se caen a pedazos o son vulnerables a robos como los que ya sufrimos más de una vez. ¡Basta de destinar millones para la campaña electoral! ¡Exigimos presupuesto y recursos para la Escuela pública, esa que descuidan, precarizan y vacían desde hace años!”. El robo a la Escuela N 8 DE 10 no es un caso aislado, en muchas ocasiones Tiempo difundió decenas de hechos vandálicos y hurtos a escuelas porteñas. Hace tres semanas el Normal 1 sufrió tres robos en una semana, donde se llevaron más de cien computadoras, tablets, proyectores y bicicletas.
Desde hace años, el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires no designa personal para que habite las escuelas: Casero que se jubila o fallece no es reemplazado por otro. Esto trae varias complicaciones en los edificios escolares, más allá de los cuidados constantes que requieren los grandes establecimientos. Las escuelas quedan vacías ante cualquier emergencia cuando no rige la jornada lectiva. En el Normal 8, hace aproximadamente siete años, la casera de la Escuela «Alte. Ramón González Fernández» se jubiló y el ministerio de Educación de la Ciudad, ante el reclamo de la comunidad educativa, se niega a designar su reemplazo.
Reclamos de la escuela robada
Desde la Escuela N 8 DE 10 exigen: Inmediata reposición de lo sustraído; urgente designación de casera/o (puesto que nunca se volvió a cubrir después de que la casera saliente se jubilara); colocación de rejas, cerraduras seguras y alarmas para protección del edificio; entre otros reclamos. Al mismo tiempo repudian “el maltrato, abandono, vaciamiento y destrucción constante de nuestras escuelas que afecta y vulnera de manera directa el derecho de los y las niñas a acceder a una educación pública, laica y gratuita de calidad”, y agregan: “La educación pública es un derecho que el Gobierno y el Ministerio no sólo no están garantizando, sino que son responsables de su constante vulneración. La educación pública no se vende, se defiende”.