Este lunes por la tarde, el juez Carlos Alfredo Rossi fue absuelto en un jury de enjuiciamiento en el que se lo investigó por mal desempeño de sus funciones, por haber otorgado la libertad condicional anticipada a Sebastián Wagner, quien mientras gozaba de ese privilegio asesinó y abusó sexualmente de Micaela García, de 21 años, en Gualeguyachú. Por ese femicidio Wagner fue condenado a cadena perpetua.
A pesar de que el asesino estaba cumpliendo una sentencia por otras dos violaciones previas, Rossi autorizó su liberación: fue ese el fallo que lo llevó a este jury. Los jueces Germán Carlomagno, Daniel Carubia y Miguel Giorgio; y el abogado Roberto Beherán votaron a favor de la absolución de Rossi, mientras que el senador Daniel Olano, la diputada Ester González y el abogado Jorge Campos lo hicieron por la destitución.
La familia de Micaela no solo se mostró decepcionada con la decisión de que Rossi vuelva a estar al frente del Juzgado de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad de Gualeguaychú a partir de este martes, sino que ya había mostrado su malestar con el Procurador General de Entre Ríos, Jorge Amilcar García, quien según la familia de la víctima «no sólo le tuvo compasión a Rossi, sino que no se puso nunca en la postura de acusador y siempre remarcó que las preguntas eran a modo de aclaración y no para hurgar en las contradicciones en las que incurrió el juez”, según publicó Clarín la semana pasada.
Durante el proceso de enjuiciamiento, Rossi se había defendido y, entre otras cosas dijo que los jueces «no tienen una bola de cristal» y que «le hubiera gustado no ir a trabajar ese día en el que firmó la sentencia» que benefició a Wagner. «Relaté de qué manera fui llegando a la conclusión de por qué le di la libertad condicional. Obviamente que con el diario del lunes, distintas son las cuestiones. Pero en el momento de otorgarlo nada hacía prever que iba a desarrollarse un conocimiento que, al momento de dictarse la resolución, resultaba improbable», esgrimió.