Rosario vivió otra noche violenta con al menos cuatro homicidios registrados en 40 minutos. En dos hechos distintos un hombre de 36 años y un joven, aún no identificado, fueron asesinados a balazos. Mientras que en la zona oeste la policía buscaba a dos fugados de una comisaría cuando se toparon con un auto incendiado: adentro hallaron dos cadáveres calcinados, uno de ellos en el baúl. Estos hechos se suman el de un muchacho de 23 años asesinado a balazos el lunes por la mañana delante de su hija cuando la llevaba al jardín, y el cadáver hallado en un hotel céntrico, que por ahora se investiga como muerte dudosa. En lo que va del año se contabilizan al menos 81 crímenes en Rosario: 15 de ellos en la última semana.
No solo conmueve (y atemoriza) en Rosario la cantidad de episodios, sino la violencia y crueldad de ellos. El primero de los cuatro fue cerca de las 23 en Salvat y Lugones, en el barrio La Florida, zona norte de Rosario. Allí asesinaron a Matías Adolfo Martínez, de 36 años.
Según relata La Capital, fue hallado desplomado a metros de las vías del tren, donde cayó luego de que ser baleado por dos personas que pasaron en una moto, según contaron testigos. Martínez tenía domicilio legal en la ciudad de Pontevedra, en el oeste del Gran Buenos Aires, dentro del partido de Merlo. En principio, no registraba anotaciones penales.
De acuerdo a lo informado por El Ciudadano, las reconstrucciones preliminares indican que Martínez iba caminando por Salvat en dirección oeste cuando, al llegar al paso a nivel ferroviario, se le acercaron dos motos que en apariencia lo seguían. En una iban dos personas, y en la restante sólo el conductor, quien disparó primero contra la víctima. Al instante, el acompañante del segundo rodado se bajó y siguió con el ataque a balazos.
Casi media hora después se conoció el asesinato de un joven en la zona de Rueda y las vías, a metros de Felipe Moré, tras un llamado al 911 que advirtió la presencia de un cuerpo tendido en el suelo. De nuevo, como en el caso anterior, había sufrido varios disparos.
La víctima no fue identificada pero los médicos sugirieron que sería un joven de entre 18 a 20 años. Los vecinos entrevistados en el lugar aseguraron no conocerlo. En la escena del crimen, el gabinete criminalístico de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) recogió 6 vainas de calibre 9 milímetros, aunque según las pericias preliminares de los forenses el cadáver tenía al menos diez heridas de arma de fuego.
Casi al mismo momento, otros efectivos patrullaban el extremo oeste de Rosario en busca de dos fugados de una comisaría de Pérez, cuando hallaron un Volkswagen Gol incendiado, con la marca de un balazo en la zona de la tapa del tanque de combustible, y dos cuerpos incinerados en su interior: uno en el asiento trasero detrás del lugar del conductor y el otro dentro del baúl. Los investigadores presumen que se trató de un homicidio y que el auto fue incendiado para borrar evidencias.
El auto fue encontrado unos 900 metros al oeste de Avenida Circunvalación y a metros del Complejo Penitenciario Rosario. Cuando consultaron en la base de datos la patente del rodado, surgió como propietario un hombre que reside en la localidad de Fighiera, Gustavo G. Pero al entrevistarlo en su domicilio, refirió que lo había vendido hace dos años a un vecino de Funes cuyo nombre no retenía y que tampoco había documentos de esa transacción.
Todas las investigaciones quedaron por ahora a cargo del fiscal de Homicidios en turno, Adrián Spelta, que solo en los últimos cuatro días acumula diez crímenes y una muerte dudosa.