Estudiantes de la escuela Nº1 del distrito escolar 20, ubicada en el Polo Educativo de Piedrabuena, en Villa Lugano, vuelven a realizar una medida de protesta este jueves en reclamo de mayor seguridad para la escuela tras estallarse vidrios de dos ventanales y herir a tres alumnos durante una tormenta.
Desde la escuela denuncian que el edificio no está en condiciones de dictar clases. El pasado miércoles 18, mientras se llevaba adelante una cursada del turno vespertino, alrededor de las 20, estallaron los vidrios de dos ventanales por una tormenta y tres alumnos resultaron heridos. Una adolescente debió ser internada por las graves heridas que recibió en la cabeza y debió ser intervenida con doce puntos de sutura.
Hace un año venimos denunciando estas irregularidades; no tuvimos un muerto de milagro, señalaron desde la escuela y denunciaron que el edificio no tiene final de obra, no está habilitado y no cumple con la ley de Vidrios Seguros, que obliga a los establecimientos educativos a contar con vidrios laminados o blindados para evitar lesiones graves en caso de roturas.
En diálogo con Tiempo Argentino, Uriel Ovaya, representante del Centro de Estudiantes, expresó que el edificio es nuevo pero no cuenta con final de obra ni habilitación municipal y tiene varios problemas estructurales. La secundaria, donde cursan 500 alumnos divididos en dos turnos, funciona allí desde abril de 2016 cuando se terminó el edificio a las apuradas. La escuela está muy mal terminada incluso a contramano de lo que indica la normativa para los establecimientos educativos. No cuenta con vidrios templados ni laminados como exige la ley, no tiene preceptorías ni comedor, todavía estamos con luz de obra y no hay conexión a gas, aseguró.
La solución que ofreció el gobierno de la Ciudad sólo fue cambiar todos los vidrios de las ventanas por material laminado.
Los estudiantes realizaron distintas medidas de protesta, con cortes de calle incluidos, para visibilizar el conflicto que atraviesa el establecimiento. Desde el Centro estudiantil deslizan la responsabilidad a las autoridades de la Ciudad y a la Ministra de Educación porteña, Soledad Acuña. Señalaron, además, que ninguna autoridad del gobierno de la Ciudad se comunicó con los familiares de los alumnos heridos.