Todavía hay un sector de la comunidad educativa que hace oídos sordos al reclamo edilicio de las escuelas, y otro que directamente descree del estado lamentable en el que se encuentran los más de mil edificios escolares de la Ciudad de Buenos Aires. Generalmente, ese sector, pertenece a familias de la comunidad educativa que, si bien lleva a sus hijos a escuelas públicas, evita participar de las reuniones de cooperadoras o incluso de los encuentros escolares entre autoridades, docentes y familias; pero la gran mayoría de las personas son víctimas del hermetismo mediático.

La carencia de infraestructura escolar fue una de las protagonistas durante la jornada electoral de este domingo, muchos vecinos y vecinas fueron testigos directos de las condiciones en la que se encontraban los edificios escolares. Muchos fiscales denunciaron la carencia de las condiciones eléctricas en la que se encuentran las escuelas que, en algunos casos, no tenían tomas corrientes para poder enchufar las máquinas para la BUE (Boleta Única Electrónica). Lo que la pauta porteña ocultó durante años ante los ojos de la sociedad, el voto electrónico lo sacó a la luz.

Si bien esto ocurrió en varios establecimientos educativos, la Escuela Media N° 2 Arturo Jauretche del barrio de Soldati, logró viralizar un video que muestra las malas condiciones eléctricas en la que se encuentra el edificio escolar.

“En la escuela que me tocó a mí había varios problemas de infraestructura, y me llamó la atención que había muchas aulas que no tenían enchufes y las pocas que lo tenían se encontraban en lugares inaccesibles”, cuenta a Tiempo Sandra, que ofició de Fiscal electoral en la jornada de este domingo en la escuela Jauretche. “Era muy loco porque nos enviaron las máquinas para votar pero no teníamos donde conectarlas, por eso tuvimos que enchufar varias máquinas, tres o cuatro, en un mismo toma corriente”, agrega.

Sandra es la tercera vez que fiscalizó una elección en la Ciudad de Buenos Aires y recuerda que, si bien en otras escuelas hay muchas falencias, la N° 2 de Soldati carecía de cosas elementales. “pedimos alargues y tampoco tenían, así que tuvimos que ir a buscar a nuestras hogares para poder conectar las máquinas del voto electrónico”, remata.

De acuerdo a diferentes denuncias que canalizó este medio, hechos similares ocurrieron en la Escuela N° 6 del distrito escolar 21; en la N° 10 del mismo distrito y en la N° 11 DE 19, entre otras. Durante la jornada electoral, el propio Leandro Santoro, candidato a jefe de gobierno porteño por Unión por la Ciudad, manifestó en reiteradas ocasiones por diferentes medios que su equipo de trabajo le acercó varias denuncias sobre este tema.

La falta de práctica electoral con el voto electrónico

“Otra cosa que complejizó mucho el proceso de votación fue que la gente no conocía cómo funcionaba la máquina. Si bien abajo había un espacio de orientación con una máquina que mostraba cómo se tenía que votar, se juntaba mucha gente en la puerta para que le explicaran y te das cuenta que era la primera vez que veían la máquina, pero cuando subían tampoco sabían usarla”, agrega Sandra. “En mi caso la presidenta de mesa tuvo que brindar mucha asistencia y eso por supuesto demoró mucho el proceso de votación. Por ejemplo, otra cosa que se vio mucho fue que la gente no comprendía cómo tenía que entregar la boleta, y se acercaba a la mesa con la boleta abierta y eso lo que hacía, por supuesto, era que a veces uno veía a quién estaban votando, lo cual, la falta de práctica con este sistema de votación claramente violaba el secreto del voto”.