El respaldo de Jorge Bergoglio a la unión civil entre personas del mismo sexo, calificado como histórico por la prensa internacional, generó repercusiones dispares en las organizaciones LGBT+. Por un lado, se la cataloga como una noticia importante desde la mirada institucional de la Iglesia Católica, que en palabras de su máxima autoridad reivindica derechos del colectivo homosexual. Por el otro, se señala que ya cuando era cardenal, el hoy papa Francisco insistía en la unión civil como un modo de evitar la sanción del Matrimonio Igualitario, que supone una igualdad de derechos plena para miles de parejas.
“Los homosexuales son hijos de Dios y tienen derecho a una familia”, dice Francisco en un documental estrenado este miércoles en el Festival de Cine de Roma. “No se puede echar de la familia a nadie, ni hacer la vida imposible por eso”, agrega, para abogar luego por una ley de convivencia civil que proteja a las parejas homosexuales: “Tienen derecho a estar cubiertos legalmente”.
Para la Federación Argentina LGBT, se trata de una declaración por lo menos ambigua. “Si bien esta noticia va a generar un alivio para muchas parejas y para muchas familias en el mundo, porque habilitará que se avance, en materia de legislación, en el reconocimiento de derechos concretos, como el derecho de dejar una pensión a una pareja de toda la vida, el derecho a dejarle la herencia a una pareja y a sus hijxs, el derecho a compartir una obra social –todos derechos que puede reconocer la Unión Civil–, también es cierto que habilitar la ‘unión civil’ también constituye una estrategia para evitar el avance del Matrimonio Igualitario”, expresó en un comunicado. Para la FALGBT, “la ley de Unión Civil es una ley de ‘Apartheid’, que perpetúa la discriminación y la violencia hacia nuestra comunidad”.
El texto explica que “esta estrategia ya fue utilizada por el entonces cardenal Jorge Bergoglio cuando se discutió el Matrimonio Igualitario en la Argentina. Insistía, desde la Iglesia, en avanzar con la Unión Civil, que reconociera derechos, para evitar el avance por una Ley de Matrimonio Igualitario, que finalmente fue aprobada y sigue demostrando igualdad real para todxs: los mismos derechos con los mismos nombres”.
Desde la organización 100% Diversidad y Derechos advirtieron que “es casi copernicano que un papa, que nos tienen acostumbrades a la retórica del odio, hable de ‘derecho’”. Explican que “en todo el continente americano el estándar reconocido por la Corte Interamericana es el Matrimonio. En términos de derecho no hay otra cosa que igualdad como justicia: matrimonio igualitario. Pero es positivo que hable de promover derechos en un mundo en el que las personas LGBT+ somos perseguidas y estigmatizadas por los Estados y, sobre todo, por las religiones”.
Sin embargo, sostienen, “la unión civil no puede ser la opción para detener la aprobación de leyes igualitarias como el matrimonio. Es lo que vimos en 2010 en la Argentina”.
A nivel internacional, sin la experiencia de las organizaciones locales con el ex arzobispo porteño en épocas de la sanción de la Ley de Matrimonio Igualitario, las palabras del Papa fueron bien recibidas. “Saludamos el apoyo del papa Francisco a las familias LGBTI y a las uniones civiles”, dijeron Luz Aranda y Tuisina Brown, cosecretarias generales de ILGA World, la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersex. «Declaraciones como esta hacen una verdadera diferencia. Pedimos a más líderes religiosos que adopten una postura similar y presionen por un respeto significativo y una aceptación compasiva”, agregaron.
El matrimonio igualitario es reconocido en apenas 28 países de todo el mundo, y son más los que tienen, por el contrario, leyes que condenan la homosexualidad.