“Es un espacio privado”, la única respuesta del gobierno porteño a quienes rechazan la construcción de una nueva torre edilicia que quieren levantar dentro de la Plaza Antonio Malaver del barrio de Villa Ortúzar. Ese espacio verde se construyó en 1940, una obra que llevó adelante la municipalidad porteña tras adquirir los terrenos de dos clubes de barrio: La Paternal y Gutenberg. Ambas entidades se trasladaron a otros lugares de la Ciudad y el espacio quedó totalmente abandonado. La Plaza ocupa toda una manzana, y en sus dos esquinas hay 8 terrenos: cuatro pertenecen al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y el resto a firmas privadas. Uno de los privados vendió su lote y paralelamente pidió un permiso de demolición para tirar abajo la vieja casona de la plaza construida antes de 1940.

La nueva torre será edificada entre las calles Girardot, Heredia, Montenegro y Estomba, dentro del espacio verde, que tiene en dos de sus cuatro esquinas un conjunto de viviendas que pertenecen a dueños particulares y al Estado porteño. “A nosotros ningún funcionario de gobierno nos avisó de esta obra, es más, en ningún momento se acercó nadie a decirnos lo que iban a hacer. Nos preocupa esta nueva torre ya que, entre otras cosas, va estar de frente a la Plaza, el sol va a quedar totalmente tapado, y al mismo tiempo van a instalar un local gastronómico en la planta baja, es decir, van a quitar varios metros de la Plaza para poner ese restaurante”, señala a Tiempo Paula Salischiker, vecina del barrio e integrante de Somos la Malaver, una ONG de vecinos autoconvocados.

Quienes viven en el barrio se enteraron del proyecto inmobiliario hace tres semanas, cuando avanzaba la demolición de la antigua casona, mientras empleados del gobierno porteño colocaban el aviso de obra. En menos de dos semanas tiraron abajo la casona. La Plaza Malaver revivió durante la pandemia cuando en marzo de 2020 se decretó el confinamiento a nivel nacional. Las y los vecinos utilizaron como nunca antes ese espacio verde ya que esa zona durante años sufrió de la desidia y el abandono del gobierno porteño. “Es una zona densa, pero rápidamente todos los vecinos que no utilizaban la Plaza comenzaron a utilizarla, ahora hay muchísimo más movimiento, más gente que hace uso de este espacio verde. Desde hace varios meses nosotros mantenemos una comunicación fluida con Martín Garcilazo, presidente comunal de la Comuna 15, pero cuando apareció esta obra él dijo que no sabía nada”, agrega Salischiker

Carlos vive a una cuadra de la Plaza y desde hace años es un fiel usuario de ese espacio verde. “¿Me van a quitar esto también?” se pregunta en diálogo con Tiempo. “Este barrio tiene su propia identidad, hace más de 50 años que vivo acá y fui uno de los pocos que vio como crecían los árboles en la plaza, muchos de ellos ya no están porque no los cuidaban. Y ahora para levantar esta torre van a tener que sacar varios árboles más.”

Todos los vecinos del barrio remarcan que en el Villa Ortúzar hay apenas dos espacios verdes para el disfrute de la comunidad: la Plaza 25 de Agosto y la Plaza Malaver, y advierten que esta nueva torre puede ser la primera de varios proyectos inmobiliarios que quiere concretar el gobierno de la Ciudad dentro del mismo espacio verde.

La identidad de Ortúzar

Villa Ortúzar es un barrio de casas bajas, sin edificios altos. Los cambios en el aspecto de este barrio porteño lo atribuyen a la sanción del nuevo Código Urbanístico votado en la legislatura en 2018 que, entre otras características, elevó la altura permitida para las nuevas construcciones, incluidas las parcelas con viviendas que se encuentran dentro de la plaza. Los vecinos se organizaron y realizaron un relevamiento de las viviendas en proceso de venta o de construcción, en los casi 2 kilómetros cuadrados en los que se extiende el barrio, y detectaron que hay alrededor de unos 150 inmuebles en las mismas condiciones.

Más obras en el barrio

“Lo que era la fiebre del oro es la fiebre del cemento en la Ciudad de Buenos Aires y esta ambición económica nos destruye los pocos espacios verdes que nos quedan. Pedimos volver al código de edificación anterior donde sólo estaban permitidos cuatro pisos en los barrios como el nuestro”, detalla a Tiempo Gigi Colabella, vecina de Ortúzar que vive en hace más de 25 años en el barrio y que integra el movimiento de autoconvocados «Somos de Ortúzar».

Sobre la calle Elcano entre Charlone y Roseti hay toda una manzana con árboles y diferentes especies vegetales que pertenecía a los testigos de Jehová, y donde el gobierno porteño habilitó” un proyecto inmobiliario con un total de 450 departamentos, y está ubicado a una cuadra de Charlone 1400, donde están edificando otra torre con 10 pisos y un total de 65 departamentos en frente de la Plaza 25 de Agosto”, agrega Colabella.

De esta manera, la organización advierte que en toda Ortúzar hay decenas de desarrollos inmobiliarios con alrededor de 600 departamentos en construcción, que se desprende de diferentes relevamientos y los que tienen programados hacer varios emprendedores inmobiliarios. Quienes viven en el barrio hace años que reclaman que esos espacios vuelvan a la comunidad: “Queremos crear la Plaza Gustavo Ceratti y el Centro popular Osvaldo Pugliese porque son nuestros referentes del barrio, y a cambio Larreta nos construye más y más torres. Esto es un verdadero Barricidio”.