La semana arrancó con la noticia de que el gobierno porteño realizó 25 denuncias penales a 366 padres y madres de chicos que tomaron escuelas. Denuncias que, según distintos espacios vinculados a derechos humanos que fueron consultados por este medio, “no tienen ningún asidero legal”.
Andrea Prado, madre de un estudiante que asiste a la Escuela Normal Superior en Lenguas Vivas Sofía Esther Broquen de Spangenberg (el Lengüitas), no fue denunciada una vez. Sino dos. Supuestamente por pernocte en espacio público. Figura que podría caberle a cualquier persona que duerma en una plaza u hospital.
En diálogo con Tiempo sostiene que no tiene miedo. Que ya está acostumbrada. Y lo relaciona con las elecciones del 2023: “La ministra (Acuña) quiere ser jefa de gobierno y está haciendo política con la educación y utilizando a nuestros hijos”. Y advierte: “Vamos a llegar a todas las instancias posibles y a agotar todos los recursos legales para que éste gobierno cese con el hostigamiento y la persecución”.
–¿Qué sentiste cuando recibiste la denuncia?
-Bronca, mucha bronca. A mí me denunciaron por el artículo 60 del Código Contravencional y después al día siguiente me llamaron a la mañana para decirme que tenían que traerme otra denuncia. Después a la tarde volvieron a tocarme el timbre y me dijeron que me acercaban esa otra presentación judicial y yo no la acepté, porque les dije que ya estaba denunciada. Lo que nunca supe es si la denuncia que no acepté era una denuncia penal. La verdad no sentí miedo ni nada, porque en la Ciudad estamos acostumbrados a la persecución macrista. Siempre está ahí. Es el tipo de Estado que conforman y es la manera que se relacionan con los ciudadanos y ciudadanas. Sentí mucha bronca pero no indefensión ni nada de eso. Mucha bronca porque ellos sabían que mi hijo pernoctó en la escuela y yo les pregunte ‘ustedes cómo saben eso’, y me dijeron ‘y… lo sabemos’. Todo esto genera ira en la población, y el PRO para generar ira en la sociedad es experto.
–¿Decís que quieren sacar de eje a quienes integran la comunidad educativa?
-Sí, totalmente. Porque la ira le es funcional a ellos. Generan este malestar en la sociedad e intentan dividir constantemente a las familias de la comunidad educativa. Algunos que no advierten lo que está haciendo el gobierno porteño caen en la trampa, pero por suerte la gran mayoría de las familias estamos unidas.
-¿Qué aduce el gobierno para justificar la denuncia?
-El supuesto delito que cometimos los padres y madres es por haber pernoctado en un espacio público (se ríe). Es como si las personas en situación de calle, que duermen a la intemperie porque no les queda otra opción, estuvieran violando la ley. O aquellas que van a dormir a la guardia de algún hospital público. Una denuncia que no resiste el más mínimo análisis. Es una sanción económica, aunque desconocemos el monto porque eso lo definirían más adelante. Algo que me gusta dejar en claro es que la Ciudad de Buenos Aires es el único municipio en el mundo que multa a madres y padres porque su hijo defiende sus derechos sin haber destruido ni dañado nada de la escuela. Es más, mientras duró la toma y el pernocte, nuestros hijos nos pedía dinero para comprar lavandina, desodorante para pisos y diferentes productos para limpiar todo el edificio. Gastamos fortunas, pero quedó impecable.
–¿Pensaste cómo el gobierno porteño obtuvo tus datos para plasmar la denuncia?
-A mí me llamó por teléfono el preceptor de la escuela y me preguntó directamente si me hijo iba a ser parte de la toma y yo le respondí que sí.
-¿Quién te asesora a vos y a varios de los padres y madres denunciados?
-Estamos asesorados por el Ministerio Público de la Defensa. Y estamos junto a un grupo de familias organizadas que fueron denunciadas por Acuña y Larreta. La idea, y en eso estamos trabajando, es judicializar este tema. Vamos a llegar a todas las instancias posibles y a agotar todos los recursos legales para que éste gobierno cese con el hostigamiento y la persecución. Porque esto es mucho más que la demanda. Por ejemplo, el gobierno dijo que no le va a pagar el examen de idiomas a los estudiantes del Lengüitas, que se viene haciendo cargo desde hace décadas porque es un convenio firmado y pautado por el propio Ejecutivo porteño. Además dejaron a varios estudiantes libres, como a mi hijo, porque les contabilizaron las faltas durante las tomas. Y niegan las reuniones a padre y madres de estudiantes que tomaron escuelas.
–Si pudieras hablar con Soledad Acuña o a Rodríguez Larreta ¿qué les dirías?
-Que todo esto se solucionaba solamente con una reunión donde se los escuche a los chicos, que era lo único que pedían desde hace años, desde que comenzó la gestión de Acuña. Pero ellos no querían recibir a los chicos porque no querían solucionar el problema, todo lo contrario, querían profundizar el conflicto. Los chicos y la educación no pueden estar en el marco de una contienda interna de un partido político. La ministra quiere ser jefa de gobierno y está haciendo política con la educación y utilizando a nuestros hijos.