Venezuela padece el acoso más dramático desde la llegada de Hugo Chávez al poder, hace 20 años. Esta vez, la amenaza de una invasión o una guerra civil son más que meras especulaciones. Todo sazonado con un tremendo aparato mediático al servicio de una estrategia del Pentágono que falló en el 2002,retomó Barack Obama y pretende culminar Donald Trump.
Dos festivales musicales, a pasos de la frontera colombo-venezolana, sintetizan el momento.
De un lado, un mega recital organizado por un empresario británico con estrellas de varios países latinoamericanos convencidos de que hacen pop sólo para contribuir a la democracia. Del otro, artistas menos renombrados –entre los que destaca La Bersuit– con el apoyo de Roger Waters en una muy clara posición antibélica.
En esa frontera caliente no hay butacas cómodas.
De un lado está el proyecto bolivariano, con sus pro y sus contras. Del otro, Elliot Abrams, enviado por Trump para ver si puede dar la estocada final, con su experiencia de haber sido cómplice de dictaduras genocidas en América Central en los ’80. O el asesor John Bolton, reconociendo que el objetivo es que las corporaciones estadounidenses se apropien del petróleo y los minerales venezolanos. O el vicepresidente Mike Pence, que promete ir luego por Nicaragua y Cuba.
Waters se preguntaba en un video si «de verdad queremos que Venezuela sea un nuevo Irak, otra Libia, otra Siria». De acuerdo a Information Clearing House, un portal de EE UU, desde la invasión de 2003 (buscando armas de destrucción masiva que nunca aparecieron) fueron asesinados 1.455.590 iraquíes, en su abrumadora mayoría civiles. Las bajas oficiales entre las tropas de ocupación son 4801, mientras que el costo de las aventuras armadas, incluido Afganistán, es de 4.742.731.881.655 dólares (4,74 billones, casi un cuarto del PBI).
Amnesty Internacional recuerda que desde el linchamiento de Muhamad Khadafi, en 2011, no hay un gobierno consolidado y al menos tres grupos armados compiten por el control de Libia. Oficialmente se registran más de 50 mil muertos. El petróleo no dejó de fluir.
El conflicto en Siria ya causó 511 mil muertos y según ACNUR, el organismo de la ONU para los refugiados, es el segundo país con más desplazados del mundo: 6,2 millones de personas.
Colombia, sede del Venezuela Aid Live, lidera ese ranking doloroso, con 7,7 millones. Desde la implementación de los acuerdos de paz con las FARC, fueron asesinados unos 600 militantes sociales; 18 en lo que va del año.
Ninguno de los artistas presentes en Cúcuta hizo mención a alguna de estas tragedias. ¿Estarán enterados? ¿O tomarán esos datos como propaganda chavista? «