Ni el paro de docentes ni las jornadas EMI (Espacios de Mejora Institucional). Los ítems que encabezan la lista respecto a la cantidad de días de clases que pierden las y los estudiantes porteños en cada ciclo lectivo son la falta de docentes en primaria y secundaria, y la aparición de roedores en escuelas públicas. A esa situación, se le suman los problemas edilicios y las pésimas condiciones de infraestructura escolar.
Nuevamente una escuela de la Ciudad de Buenos Aires, ante el reclamo de las familias, decidió suspender las clases hasta el martes próximo por una plaga de roedores que deambulan entre los estudiantes. El establecimiento educativo es una escuela de música que funciona en horario vespertino (17:30 hasta 21), pero además en el edificio funcionan dos escuelas más: un Jardín de Infantes, el JIN A DE 05 y la Escuela Primaria Nº 03 DE 05. En esta ocasión, fueron los propios padres y madres que manifestaron a las autoridades que hasta que el gobierno porteño no solucione la plaga los chicos no iban a asistir a clases.
“La aparición de roedores la venimos padeciendo desde el mes de septiembre del año pasado cuando en medio de una clase de percusión apareció una rata y, en ese mismo momento, hicimos el reclamo”, manifestó a Tiempo Ezequiel Agnolón, director de la Escuela N°5 DE 5 situada en Av. Montes de Oca 439 del barrio de Barracas. La escuela de música es para profundizar el aprendizaje que se da en escuelas primarias intensificadas en esa especialidad, aparte de brindar la posibilidad de aprender un instrumento particular. Las y los estudiantes, pueden aprender violín, violonchelo, contrabajo, piano, teclado, guitarra, flauta dulce flauta traversa y clarinete; además de danzas folklóricas, coro, instrumentos autóctonos, expresión musical e iniciación de 5 y 6 años.
El titular del establecimiento educativo contó que, desde entonces, el gobierno realizó una sola desratización con la colocación de cebos y no una fumigación profunda como debería hacer. “Este año empezamos las actividades con los docentes el 6 de febrero y el 13 vimos otro roedor; por suerte, todavía no estaban los alumnos. Ese mismo día le pedimos al arquitecto del ministerio encargado del distrito que realizara una desratización antes de que comenzaran las clases y la cartera educativa no la habilitó”, agregó Agnolón. El argumento para no realizar una nueva desratización fue que las ratas estaban “medio bobas” (dixit) porque habían comido el cebo y es por eso que salían al exterior.
Las autoridades de la escuela de música insistieron con el pedido de desratización y no coincidieron con ese argumento, dado que las ratas salían de sus nidos y deambulaban rápidamente por todo el establecimiento educativo. Aparecían en los pasillos, salían debajo de los armarios, de las salas del jardín de infantes y de las aulas de primaria. Cabe destacar que solo uno de los tres establecimientos educativos que se encuentran en el edificio suspendió las clases. La primaria y el Jardín de Infantes intentaron hacerlo pero, asegura una fuente de ambas escuelas, el ministerio advirtió con represalias.
“Esto es realmente un peligro porque los chicos del jardín constantemente se llevan los objetos que están en el piso a la boca mientras los roedores andan dando vueltas. Y cada vez aparecen más ratas por toda la escuela y en medio de las clases. Lo que pedimos fue una desratización más profunda, pero el ministerio y la supervisión lo único que autorizan es nuevamente la instalación con cebos”, contó el director de la Escuela. El pedido de las autoridades de la escuela fue que la desratización se haga este miércoles, para que se aproveche el fin de semana largo, así los chicos no perdían días de clases.
“Pero nos dijeron que eso no puede ser y que recién van a poner los cebos el día lunes 10 de abril a las 17 horas y que los cebos iban a estar en el establecimiento menos de 24 horas. Está demostrado que esta desratización no funcionó e insistimos que esa no es la forma de desratizar. Incluso en la misma cuadra funciona otra escuela, la N° 1 DE 5 que también tiene ratas, es por eso que deberían hacer un trabajo más profundo”, agrega.
Ante la falta de respuestas del gobierno de la Ciudad, las clases en la escuela están suspendidas desde este martes y “las propias familias manifestaron que ellos no iban a llevar a sus hijos a la escuela en estas condiciones de higiene. Por lo tanto, realizamos un acta dejando sentado lo dialogado con las familias , las medidas que se fueron tomando y los profesores están dando clases de manera virtual”.
Gremios docentes repudian la inacción del gobierno ante las ratas
Desde la asociación docente Ademys, exigen acciones concretas a la situación de decenas de escuelas que tienen roedores. En diálogo con Tiempo, la secretaria adjunta del sindicato, Amanda Martin, destacó que para el caso de la escuela de música de Barracas “tiene pedido desde febrero, incluso desde el año pasado, una limpieza integral del edificio y, concretamente, desratización urgente para garantizar el normal funcionamiento de la escuela. Algo básico para enseñar y aprender”.
La docente y referente sindical, destacó que la institución lamentablemente ha tenido que pasar a modalidad virtual porque no les dan respuesta y que “al final, tanto que hace campaña ministra Acuña con la extensión de los días de clases y es ella la que no garantiza las clases porque no hay mínimas condiciones de Infraestructura escolar. Desde Ademys reclamamos una urgente solución para la comunidad educativa de la escuela”, terminó.
Temor a denunciar públicamente los problemas en las escuelas
Silencio, miedo, persecución. Quienes trabajan en las escuelas de la Ciudad, afirman que en los últimos años se instaló un estado de temor latente puertas adentro de los establecimientos educativos. En especial, en aquellos donde no se conformaron cuerpos de delegados que representen y defiendan los derechos de trabajadoras y trabajadores de la educación. En muchas de estas escuelas dejaron de denunciarse que las aulas se inundan luego de una tormenta; no se evidencian los inconvenientes eléctricos o problemas de infraestructura edilicia, como los baños clausurados; y mucho menos que los estudiantes conviven con ratas mientras están estudiando. Este último punto es el más vedado por la cartera educativa porteña sobre todo en las escuelas primarias. En noviembre de 2022, Tiempo realizó un informe donde, pese al temor a las represalias, varias escuelas denunciaban la presencia de roedores. Un relevamiento propio de acuerdo a las diferentes denuncias de autoridades y docentes de las escuelas, señalaba que, hasta noviembre de 2022, eran alrededor de 15 los establecimientos educativos con plaga de roedores.