Lucas Décima, de 17 años, fue asesinado por la Policía Bonaerense en la madrugada del jueves. El hecho ocurrió en el barrio Parque San Martín, en el partido bonaerense de Merlo. Uno de los agentes violó el protocolo de procedimiento y en un exceso de los límites impuestos por la ley, le pegó un tiro en el abdomen. Hay un sargento detenido.
La víctima había ido a comprar bebidas a un kiosco que está a unas cuadras de su casa. De repente llegó un grupo de pibes y tras una discusión se produjo una pelea con palos, piedras y botellas. Ninguno estaba armado. Un vecino llamó al sistema de seguridad 911, a los pocos minutos, llegó un móvil y un suboficial le disparó a Lucas. El sargento Mariano Alberto Ballarino, de 40 años, está detenido.
El policía declaró que fue un accidente, que fue a identificarlo y se le escapó un tiro. El joven falleció cerca de las 5 de la madrugada del jueves en el hospital de la zona. La carátula es homicidio calificado por el uso de armas. Pero la Fiscalía N° 4 de Morón, baraja la hipótesis de que el dueño del kiosco salió con un arma y realizó un disparo para dispersar a los jóvenes.
La fiscal, Valeria Courtade, cree en la versión de que lo pudo haber matado el hombre del local donde fueron a comprar. Los familiares de la víctima recibieron el acompañamiento de organismos políticos y organizaciones sociales.»La criminalización de los pibes de los barrios más humildes es común en nuestro país. Sus vidas valen menos que otras, son el chivo expiatorio al que se le pone la culpa de todos los males, justificando el gatillo fácil y leyes represivas como bajar la edad de imputabilidad», dijo Ignacio Rico, referente de la Juventud Peronista del Movimiento Evita a Tiempo.
El kiosco donde Lucas fue a comprar bebidas está ubicado sobre la calle Bettinoti, a pocos metros de avenida Ricardo Balbín. El episodio aun está confuso para los investigadores, aunque parece claro que hubo un grupo de jóvenes peleando con palos y botellas cuando el joven salía del local.
Sin embargo, el sargento de la Bonaerense declaró que el disparo salió por accidente, pero que si, fue la bala de su pistola fue la que impactó en Lucas. Y que un vecino le dijo que el adolescente era uno de los que estaban peleando.
Lucas recibió un tiro que ingresó en su abdomen y le salió en el glúteo; murió en el hospital producto de las heridas. Los peritos judiciales determinaron que la única arma que se encontró en la escena es la pistola reglamentaria del sargento Ballarino. La familia pide la pena máxima, el adolescente era hijo de un profesor universitario que vive en Misiones.