Qatar esconde mucho más que los estadios que recibieron los 64 partidos del reciente Mundial. Entre esas sorpresas se encuentra el Museo de Arte Islámico, localizado en la ciudad de Doha.
El Museo está situado en una isla artificial en un extremo de la Bahía de Doha rodeado por un malecón curvo. Ocupa un área de 35.000 m² más un edificio con fines educativos que tiene otros 2.700 m². El conjunto está rodeado de un parque de 10 ha.
El edificio fue diseñado por el arquitecto estadounidense Ieoh Ming Pei, quien se embarcó en un viaje de preparación de seis meses visitando las obras maestras de la arquitectura islámica, desde la Alhambra de Granada en España hasta las mezquitas de El Cairo.
Finalmente el arquitecto encontró la inspiración en la Mezquita de Ibn Tulun de El Cairo cuya sencillez de formas geométricas, lo que el arquitecto llamó la esencia de la arquitectura islámica, trató de plasmar en su diseño del museo. Los diseños del interior del museo corrieron a cargo del arquitecto y diseñador francés Jean-Michel Wilmotte.