Soledad Magdalena fue violada durante 9 meses por su marido, quien también quiso abusar de su hija menor de edad y ella lo mató. La mujer está presa por este crimen desde principios del mes de septiembre. El fiscal de la causa pide que continúe detenida.
Después de haber vivido el terrible episodio ella se presentó en la comisaría 4ta de Berazategui, la noche del domingo 2 de septiembre, allí confesó que haber ahorcado con el cordón de su campera a su pareja, Cristian Senra. La mujer vivió sometida por éste hombre durante años, quien no la dejaba trabajar, la celaba todo el tiempo y la mantenía cautiva en su domicilio. Después llegó la violencia física y la obsesión por la hija de 14 años que ella tuvo con su anterior pareja.
La mujer contó a la Justicia que los golpes eran cotidianos, pero siempre adentro de la casa. Y que Senra le había dicho que quería que ella presenciara el momento en que él abusara de su hija. La noche que le pidió eso, le dio a elegir entre su hija o ella:”Le dije que jamás iba a permitir que tocara a mi hija, ese fue el inicio de los abusos hacia mí. El se descargaba conmigo sexualmente y todo era para no llegar a ella”, declaró Soledad durante la indagatoria.
La abogada Sofía Veliz, del Colectivo Feminista Futura, exige la inmediata libertad para Soledad y el sobreseimiento de la causa en la que se encuentra imputada. La letrada asegura que se trata de un caso de legítima defensa de terceros, tal como lo estipula el Código Penal argentino. Allí la norma indica que cualquier persona que mata a alguien que ingresa a su propiedad por la noche actúa en legítima defensa. Sin embargo, no dice lo mismo sobre una mujer que se defiende a su hija en un contexto de violencia de género, por lo cual queda al descubierto el machismo en el Poder Judicial.
“Es un caso de legítima defensa de terceros. Soledad venía sufriendo violencia de género antes de cometer el crimen. Senra tomaba alcohol y la golpeaba a ella y a todos sus hijos, tuvieron que soportar todo esto durante siete años. Desde el mes de abril le empezó a decir que estaba obsesionado con su hija adolescente. Le decía que la chica ya estaba en edad para iniciarse sexualmente, que él tenía que ser su primer hombre, que la iba a violar y que ella tenía que presenciar ese momento”, asegura a Tiempo, la letrada Sofía Veliz. Y agrega: “Senra le decía a la menor que la iba a violar, que ya estaba decidido, y Soledad en la declaración indagatoria relata dos episodios donde la víctima fue ella, que son aberrantes. Este es el contexto de violencia de género en el que sucede el crimen, y le Justicia no lo está teniendo en cuenta, no se está mirando con esta perspectiva”.
Mientras violaba a Soledad la obligaba a que fingiera ser su hija. De este modo descargaba toda su ira, excitación y violencia sobre la mujer. Ella explica que nunca denunció a Senra porque tenía miedo, porque la amenazaba todo el tiempo con hacerle daño a sus hijos.
“El día que sucedió el hecho se estaban separando y Senra insistía en hablar con la menor. Luego las obligó a subir a su camioneta, estaba alcoholizado, frena en un lugar donde no pasaba nadie e intenta violarla y Soledad se arranca el cordón de la capucha de su campera y lo ahorca. Lo hizo con la intención de sacárselo de encima a su hija”, concluye Veliz.
Soledad está detenida en la Comisaría N° 2 del partido bonaerense de Berazategui, allí espera que el juez, Damián Vendola, que este martes al mediodía, le de el sobreseimiento o confirme su prisión preventiva. Por su parte, el fiscal Carlos Riera, pidió que continúe presa. Sus hijos, la chica de 14 años, un varón de 18 de su primera pareja y una niña más, que es hija de Senra, están al cuidado de sus abuelos.