Un reportero gráfico alemán denunció penalmente a policías de la localidad neuquina de Añelo por «indebido proceso, incumplimiento de deberes de funcionario público y abuso de autoridad», tras haberlo detenido por fotografiar «un basurero petrolero en Vaca Muerta».
Se trata de Stefan Borghardt, quien contó este jueves que el hecho ocurrió el lunes a las 18, cuando tomaba fotos en el predio de una empresa petrolera, en el marco de un proyecto personal sobre el fracking en Vaca Muerta y el Alto Valle.
Según su denuncia, en esas circunstancias fue abordado por seguridad privada que lo trasladó hasta la entrada del predio donde personal policial se lo llevó detenido a la comisaría décima de Añelo.
«Me llevaron hasta la comisaría de Añelo y me sacaron todas mis pertenencias; me indagaron, me revisaron el celular, me pegaron, me amenazaron con un cuchillo y hasta firmaron por mí un documento», relató el reportero gráfico en una conferencia de prensa realizada esta tarde en Neuquén Capital.
De acuerdo a su relato, finalmente fue liberado pasadas las 22 del mismo lunes.
El abogado de Borghardt, Emmanuel Guagliardo, explicó que «se formalizó la denuncia penal contra los agentes que realizaron el operativo y el comisario de la comisaría 10 de Añelo por indebido proceso, incumplimiento de deberes de funcionario público y abuso de autoridad».
El letrado indicó que también se denunció a las autoridades de la Jefatura de Policía y al subsecretario de Seguridad de Neuquén, Gustavo Pereyra, «porque puede haber existido una cadena de mandos vinculada a esta situación y que otros hayan tenido conocimiento de esta situación y no hayan actuado, ni impugnado este accionar ilegal de las fuerzas de seguridad».
Guagliardo agregó que la Fiscalía Especial de Delitos Ambientales a cargo del fiscal Maximiliano Breide Obeid es la que interviene en este caso.
En tanto, el director de Seguridad de Neuquén, comisario mayor Luis Arango, dijo a la prensa que la empresa denunció al fotógrafo por haber ingresado al predio privado, argumentando que debía haber pedido autorización, lo que motivó el secuestro de las cámaras por parte de la Policía.
En relación a los hechos denunciados por el fotógrafo y su abogado, Arango aseguró que los hechos «están siendo investigados» de oficio por orden de la Dirección de Asuntos Internos de la Policía.