Los jueces Gustavo Rofrano, Gabriel Vega y Gustavo Valle condenaron a tres años de prisión a un policía metropolitano por disparar con balas de plomo en el marco del desalojo y represión de la Policía Metropolitana, en marzo de 2013. Además, absolvieron a los otros dos acusados: Miguel Antonio Ledesma y Maximiliano Nelson Acosta. El fiscal Oscar Ciruzzi había solicitado tres años y tres meses de prisión para los tres. Los fundamentos se conocerán el próximo 13 de junio.
Para el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional Nº7, Gabriel Pereira de la Rosa es responsable de los delitos de abuso de armas e incumplimiento de los deberes de funcionario público. Además de la pena de prisión, en suspenso, le fijó una inhabilitación de cuatro años para ejercer cargos públicos, lo máximo previsto por el Código Penal y tal como lo había solicitado la Fiscalía.
Los jueces ordenaron que se extraigan testimonios y se investigue el posible falso testimonio de tres policías que declararon en el juicio: Francisco Ramos, Diego Castillo y Luis Islas. Por otra parte, exhortaron al Ministerio de Justicia para que articule las disposiciones y controles necesarios para que no se repitan hechos como el investigado en la causa.
El caso
El 12 de marzo de 2013, una fiscal de la Ciudad de Buenos Aires ordenó el desalojo de la Sala Alberdi, que estaba tomada debido a los reclamos que hacían trabajadores. En ese marco, se llevó adelante una represión que se trasladó a los alrededores de la Sala Alberdi. Pasadas las doce de la noche, o sea ya durante el 13 de marzo de 2013, en las cercanías de la esquina de Corrientes y Paraná fueron baleados Germán Darío De Los Santos, Esteban Ruffa y Mario Ciro Fumaroni. A De Los Santos el disparo le atravesó la pierna. A Fumaroni le extrajeron un proyectil de plomo en el Hospital Argerich mientras que Ruffa lo tiene aún alojado en su tibia izquierda.
En su alegato, la Fiscalía tuvo en cuenta el estudio realizado por la Policía Científica de Gendarmería Nacional. A partir de ese análisis, pudo determinar que en la primera línea de policías que se ubican sobre la Avenida Corrientes había integrantes del BRI (Brigada Rápida Intervención) y del DIC (División Intervenciones Complejas). Los primeros no llevaban armas, sólo escudos. De la segunda división, estaban el escopetero Pereira de la Rosa y otros dos que no llevaban armas. El primer fogonazo se produjo cuando el único que tenía un arma de fuego era el acusado. A esa formación se les sumó después un segundo grupo, donde estaba Ledesma y Acosta con sus escopetas. Se adelantaron y en el video se pueden escuchar otros disparos.
Ciruzzi pidió que se examinara en conjunto todas las características de la causa. Explicó que había unos 100 policías en el lugar y que se repartieron 7 escopetas y 925 cartuchos antitumultos. Pereira de la Rosa había expresado que sólo llevó 14. El fiscal lo cuestionó: si se dispararon entre 25 y 50 postas de goma, ¿suena razonable que un experimentado agente llevara sólo 14? Incluso marcó que, según otra testigo, la lista de personas heridas con postas de goma se acercaba a 80.
En su exposición, consideró el fiscal que a quienes ostentan armas que les otorga la sociedad se les debe exigir mucho más que al resto de la población. Es realmente llamativa y peligrosa la actividad llevada adelante para desarmar un reclamo que, la mayoría de los policías, repelía con un escudo de acrílico, manifestó. Incluso, recordó que otro efectivo dijo que hacían la mímica de disparar para dispersar a los manifestantes.
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Comenzó el juicio oral a los tres oficiales que dispararon balas de plomo durante la represión en la Sala Alberdi. https://t.co/xXQ1QhKXg9 pic.twitter.com/b2dMIvcFLH
Tiempo Argentino (@tiempoarg) 20 de mayo de 2017