Todo comenzó con el paro docente de 48 horas decretado la semana pasada. El maestro Ramiro Ayala fue uno de los pocos que adhirió, algo que sucede habitualmente en los colegios privados, donde la presión para que los trabajadores desconozcan las medidas gremiales son grandes y muchas veces se los amenaza con represalias.
El día siguiente, los directivos de la escuela Los Arroyos de la ciudad de Rosario, perteneciente a la órbita del Opus Dei, se enteró que Ayala había iniciado los trámites de rigor en el Sindicato de Docente Privados (Sadop) para constituir la comisión interna que nunca tuvo el establecimiento y ser candidato a delegado gremial.
En cuestión de horas, decidieron echarlo sin causa, a pesar del buen prestigio ganado por el maestro en sus seis años como empleado de la escuela.
“Ramiro era el que más se animaba, quien tenía más conciencia gremial y por eso sus compañeros también confiaban en que pudiera sostener la defensa de los derechos”, repasó Silvana Cadahia, secretaria adjunta del Sadop Rosario. Y agregó: “Era la primera vez que se elegía delegado en esta escuela, estábamos muy contentos porque era un paso importante”
Ante la presencia del sindicato en el colegio para pedir explicaciones, las autoridades obviamente negaron cualquier relación entre el despido y la actividad gremial de Ayala. Sin embargo, aclararon que no tenían ningún reproche profesional para hacerle y que le iban a pagar toda la indemnización en tiempo y forma.
En la web del colegio Los Arroyos figuran varios lemas. Uno de ellos es “Educación para liderar, aprender para pensar”. Allí dice también el colegio, bajo el título Nuestra Misión: “Procuramos un ambiente que fomente el desarrollo de las virtudes y el buen uso de la libertad”. Y en el apartado Institucional, concluye: “La Asociación para la promoción deportiva, educativa y social (APDES), es una Institución de bien público, sin fines de lucro, que tiene 19 colegios y jardines en la República Argentina. Estos surgieron por el impulso de un grupo de padres que, haciéndose eco de las enseñanzas de San Josemaría Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei, decidieron fundar colegios donde se continuara el trabajo que ellos realizaban en sus casas”.