Adrián Almaraz, conocido como El Rey del Juego por manejar gran parte de las apuestas clandestinas de la zona oeste, fue condenado hoy a un año de prisión, aunque no pisará la cárcel debido a que no tiene antecedentes. El peor castigo es la millonaria multa de 300 sueldos básicos que le impuso la jueza Graciela Angriman, titular del Juzgado Correccional N° 5 de Morón.
Tal como adelantó Tiempo en exclusiva en su edición impresa del último fin de semana, Almaraz estaba jugando sus últimas fichas. Poco y nada logró la lujosa defensa del sospechoso y sus cómplices. Es que la estrategia judicial, que intentó hacer caer la causa de todas las formas posibles, estuvo a cargo del juez de Faltas de Hurligham, Rafael de Francesco; su secretaria Fabiana Martín y la titular de la Oficina Anticorrupción de ese mismo distrito, Patricia Danna.
Las siete chicas que trabajaban en el impenetrable búnker de Almaraz en Bustamante al 2800, Castelar sur, recibieron la pena de sólo dos meses de prisión, que tampoco se hará efectiva aunque deberán pagar una multa de 20 sueldos básicos. Por su condición precaria abonarán el monto en 60 cuotas, según indicó una fuente judicial.
La mejor parte de la resolución se la llevaron las dos clientas de Danna, quienes resultaron absueltas. Se creía que ellas administraban dos locales de la periferia en los que se levantaban apuestas clandestinas y remitían al Rey del Juego. Sin embargo, los investigadores no encontraron elementos suficientes para vincularlas con el principal sospechoso.
La resolución judicial contempla también el envío del expediente a la UFI 3 de Morón que investiga la complicidad policial ya que ese 1° de septiembre del año pasado, cuando agentes del Grupo Halcón e inspectores de Loterías y Casinos tomaron por sorpresa la fortaleza de Almaraz, secuestraron unos 15 sobres con dinero con el nombre de diferentes comisarías de la región. En total, había unos 650 mil dólares, 300 mil pesos y 10 mil euros, además de 22 computadoras y servidores.
Este diario pudo saber que esa causa no avanzó demasiado: el fiscal Walter Leguisamo desestimó la investigación el pasado 21 de diciembre a la espera de nuevas pruebas. Lo que no consiguió la fiscalía, lo logró Asuntos Internos de la Bonaerense que ya identificó a 16 agentes varios de ellos jefes policiales- que no pudieron justificar por qué el patrullero que tenían a su cargo se demoraba más de la cuenta frente al búnker del Rey del Juego.
Estos agentes sospechados tienen unos días más para hacer su descargo en Asuntos Internos. Después, el Ministerio de Seguridad de la provincia resolverá si los suspende o los echa de la fuerza. Mientras tanto, la justicia analizará si les imputa algún delito penal.