El ministro de Educación, Alejandro Finocchiaro, aseguró que el Gobierno evaluará en el futuro «todo el sistema educativo» y manifestó que «un alumno no puede definir qué es lo que debe estudiar», en relación a la toma de colegios porteños por grupos de estudiantes que se oponen a reformas en el secundario.
«La toma de colegios está mal, pero está mal porque no se debe protestar apelando a ese tipo de violencia simbólica y efectiva e impidiendo el derecho a estudiar a los demás», sostuvo el ministro luego de presentar en Casa Rosada el dispositivo «Enseñar».
Se trata de la primera evaluación diagnóstica de carácter nacional y federal a futuros educadores, estudiantes del último año de las carreras de formación docente de nivel primario y secundario, que Finocchiaro presentó acompañado por el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y la secretaria de Evaluación Educativa, Elena Duro.
«Nadie más que nosotros ha dialogado en estos quince años», afirmó el ministro al cuestionar la toma de las escuelas, levantada ayer casi totalmente, y añadió que «el presidente Mauricio Macri es el político argentino que más veces ha debatido en debates formales» en ese lapso.
Finocchiaro dijo que cuando plantea una reforma el gobierno debe «escuchar a la comunidad educativa, pero también sabiendo a quiénes está escuchando. Un alumno no puede definir qué es lo que debe estudiar. Nosotros tenemos que ser claros también y tenemos que ponernos en el lugar de adultos», sostuvo.
«Uno de los problemas de las tomas de los colegios es que los chicos siguen siendo chicos y está bien que tengan ese ímpetu y esa rebeldía, pero los adultos no asumimos ese rol de adultos y no decimos las cosas como tienen que ser: la educación es una relación asimétrica; no son iguales quienes educan que quienes son educados. Escuchamos, por supuesto, a todo el mundo y a la palabra de todo el mundo le damos el valor que creemos que debe tener», expuso el ministro.
Sobre el dispositivo Enseñar -similar al Aprender, que mide el desempeño de los alumnos-, Finocchiaro anticipó que la idea del Gobierno es «en algún momento llegar a evaluar al sistema educativo en su totalidad», incluyendo no sólo a los actuales docentes sino también aspectos de infraestructura, políticas públicas y a sus funcionarios, «empezando por nuestro ministro de Educación».