Una turista francesa sufrió heridas leves tras ser atacada por un oso polar que irrumpió en un campamento en el archipiélago noruego de Svalbard, en el Ártico, informaron este lunes las autoridades locales. La mujer formaba parte de una expedición de 25 personas que se alojaban en tiendas de campaña en el oeste de este territorio a poco más de 1.000 kilómetros del Polo Norte.
«Un oso entró en un campamento esta mañana hacia las 8.30 horas (3.30 hora Argentina) e hirió a una francesa en el brazo», dijo la jefa de la policía local, Stein Olav Bredli, según consignó la agencia de noticia AFP. Al respecto, añadió que “su vida no corre peligro» y detalló que «hubo disparos contra el oso polar, que se asustó y abandonó el lugar», señaló Bredli. La turista fue evacuada en helicóptero al hospital de Longyearbyen, la principal ciudad del archipiélago, y el animal herido fue localizado posteriormente por las autoridades que, debido a la magnitud de sus heridas, lo remataron.
En Svalbard, es obligatorio llevar un rifle al salir de las comunidades urbanas para estar preparado en caso de un encuentro fortuito con un oso, precisaron. Según un recuento de 2015, en el sector noruego del Ártico viven unos 1.000 osos polares, una especie protegida desde 1973. Unos 300 viven todo el año en el archipiélago y algunos se han reubicado en la parte occidental del territorio, donde también hay una concentración de humanos. Habían desaparecido de allí cuando aún se permitía su caza.
Desde 1971 se han registrado seis ataques mortales de osos, en el último que fue en el 2020, murió un holandés de 38 años. Según los expertos, el deshielo de los glaciares debido al calentamiento global está privando a los osos polares de su terreno de caza favorito, donde se alimentan de focas, y los está empujando a acercarse a las zonas pobladas por humanos en busca de alimento.