La no obligatoriedad del uso de barbijo en las escuelas hasta tercer grado, nueva flexibilidad anunciada por el Gobierno de la Ciudad en el marco de la pandemia de coronavirus, ya generó críticas entre especialistas y colectivos de familias. El pediatra Oscar Trotta, referente del Hospital Garrahan, advirtió que “debería seguir la obligatoriedad de uso en aquellos menores no vacunados o con algún adulto de su entorno no vacunado”.
El médico relacionó la decisión del gobierno de Horacio Rodríguez Larreta con el “éxito de la campaña de vacunación en adultos y menores”, pero puso reparos a la implementación de la medida, teniendo en cuenta que la vacunación pediátrica aún no es generalizada.
El colectivo Familias por la Salud Colectiva, que ya venía cuestionando medidas porteñas en relación a la pandemia, consideró que “no es admisible el abandono de los cuidados” y argumentó que “lxs niñxs aún no completaron sus esquemas de vacunación”.
Desde ese espacio cuestionaron que “el Gobierno de la Ciudad no impulsó ninguna campaña para la vacunación de las infancias, al contrario, se ocupó permanentemente de desalentarla”.
La vacunación en niños y niñas de 3 a 11 años sin factores de riesgo comenzó de forma tardía en el distrito, pese al reclamo de familias y profesionales de la salud. La franja de menor edad aún no llegó a recibir la segunda dosis, mientras resta un importante sector de la población pediátrica sin vacunar.
La quita del barbijo en ámbitos educativos sí era reclamada por la agrupación Padres Organizados, que también exigió presencialidad y cuestionó la implementación de burbujas y la alternancia con la virtualidad en las escuelas.
Desde la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), expresaron que «esta medida absolutamente inconsulta con la comunidad educativa en su conjunto constituye un capítulo más en contra de la salud de la misma que ya viene boicoteando desde el regreso a la presencialidad forzada en 2020 y la obligación por parte de la Corte Suprema de Justicia de sostenerla en pleno pico de casos y muertes».
El gremio docente remarcó, mediante un comunicado: «En las escuelas sabemos que la protección, como indican los expertos, no es con la vacuna únicamente sino con todos los cuidados, higiene de manos y uso de tapabocas en lugares cerrados y en conglomerados. Esta decisión unilateral sólo es un paso más en la política y el marketing a costa de la salud y la vida de lxs docentes, estudiantes y las familias».
Ademys también expresó su rechazo a la medida. «El argumento falaz de las dificultades de alfabetización vinculadas a la comunicación por el uso del barbijo de ningún modo son válidas cuando se pone en juego la salud y la vida, y se basa en un concepto erróneo del proceso de alfabetización usándolo como pretexto para una decisión que no tiene un sentido pedagógico. Pero además, las carencias educativas, de las que el gobierno de Larreta y Acuña son responsables, no se resolverán con este tipo de anuncios».
El sindicato cuestionó que «a sólo cuatro semanas de terminar el ciclo lectivo, este anuncio es parte de una campaña política que busca el beneplácito de los sectores más conservadores y el lobby anticuarentena al que el gobierno responde desde hace meses».