El histórico Mercado de Hacienda de Liniers atraviesa sus últimos días en suelo porteño. A partir de la próxima semana, comenzará a funcionar el nuevo Mercado Agroganadero (MAG) en Cañuelas, por lo que la ciudad de Buenos Aires dejará de recibir miles de camiones de ganado por mes, evitando el consiguiente impacto ambiental que todo ello produce.
“La dimensión de la actividad que genera este espacio en medio de la ciudad se puede visualizar en que entran unos 120 mil animales, cabezas de ganado, en unos 6000 camiones mensuales aproximadamente”, explicó Marisol Rodríguez, directora de Evaluación de Impacto Ambiental y Social de la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR), cuyo organismo se encuentra abocado en monitorear y ajustar las tareas vinculadas al traslado. “Todo eso genera actualmente un impacto sobre los alrededores del predio, ocasionando un aumento de la carga orgánica del Arroyo Cildáñez y consecuentemente del Riachuelo”, añadió.
En esa misma línea, el presidente de ACUMAR, Martín Sabbatella, sostuvo que “el traslado del mercado significa un gran avance en el plan de saneamiento de la Cuenca. Es un hecho histórico poder concretar este proyecto que le dará un gran alivio al Riachuelo, que dejará de recibir las descargas del Mercado sin un adecuado tratamiento”.
El MAG se encuentra emplazado en un predio de 110 hectáreas sobre la Ruta Provincial Nº6, en el partido de Cañuelas y promete ser un polo de crecimiento industrial, comercial y de servicios para la región. Las nuevas instalaciones contarán con una planta de tratamiento de efluentes líquidos con capacidad para tratar los desechos de las más de 12.000 cabezas de ganado diarias que podrían ingresar al mercado.
La Autoridad de Cuenca realiza seguimientos y monitoreos desde 2020, tanto de las obras vinculadas con aspectos ambientales del mercado como de las condiciones del arroyo Cañuelas para establecer una línea de base que luego permita controlar su evolución.
“El nuevo lugar cuenta con otras características y prevé la minimización de los impactos ambientales que genera en sí la actividad. Por eso es muy importante la mudanza y el acompañamiento que viene realizando ACUMAR desde 2020, al proceso de planificación, ejecución y seguimiento de las obras”, describió Rodríguez.
La directora de Evaluación de Impacto Ambiental y Social de ACUMAR puntualizó: “Las características del nuevo mercado son muy diferentes. Todos los corrales son techados, se recolecta el agua de lluvia a los fines de hacer una reutilización del recurso. A su vez, se han ajustado algunos parámetros de la planta de tratamiento de efluentes de líquidos y mantenido un diálogo constante con la justicia”.
Rodríguez concluyó que “una vez iniciada la actividad en el mercado, ACUMAR mantiene un rol de control y fiscalización del establecimiento, como si fuera un nuevo lugar productivo en la Cuenca”.
El MAG agregará a Cañuelas un potencial productivo y de generación de fuentes de trabajo directas e indirectas, ya que las obras del mercado concentrador también incluyen la construcción de un Polo Agroindustrial, de sectores comerciales, gastronómicos y hoteleros.