La construcción de un proyecto colectivo es una acción que nunca termina. Se inicia con una idea que parece tener una forma y luego, en la puesta en marcha, ya cambió. El esfuerzo y ese primer impulso empiezan a ser tangibles en la misma proporción que generan incertidumbre al ser independientes. En nuestro caso eso fue no tener ya patrón. Este fue el proceso que vivimos los trabajadores y las trabajadoras de Tiempo desde el 19 de abril de 2016, el día que votamos ser una cooperativa.
Al nombre que traíamos de la etapa comercial, el colectivo decidió sumarle «Dueños de nuestras palabras» porque eso significaba la autogestión: el armado de una propiedad entre pares. Esa tarea nunca fue en soledad. Hubiera sido mucho más difícil sin colegas que apoyaron nuestra lucha desde el primer minuto y difundieron nuestra vuelta a las calles; sin la contención sindical ni el Movimiento de Empresas Recuperadas y sin integrantes de otras cooperativas que con toda generosidad nos educaron a partir de sus experiencias. Indispensables fueron además quienes desde lo contable y legal hicieron posible cada trámite en cada instancia. También nos acompañaron en el hecho más oscuro en nuestra historia: sucedió el 4 de julio de 2016 con la irrupción de una patota en la redacción que quiso impedir la continuidad de la publicación y la web en uno de los ataques más graves a la prensa desde el regreso democrático. Esa noche lluviosa, cuerpo a cuerpo, el medio fue recuperado por segunda vez. Y también allí contamos con la compañía y el apoyo de quienes nos vieron (re) nacer: ustedes, integrantes de la comunidad, que nos abrazaron con sus mensajes y afecto una vez más.
El modo autogestivo se resignifica en tiempos como los actuales en los que el trabajo de prensa es víctima de la precarización y los despidos injustificados por parte de las empresas periodísticas corporativas.
Hoy Tiempo es ese dominical primigenio que nació de la recaudación de los 30 mil ejemplares en la marcha del 24 de marzo de 2016. Pero también es una web consolidada y en continuo desarrollo y un conjunto de voces en el programa semanal Te aviso con Tiempo, en AM 530. Todo nacido del trabajo colectivo que se reproduce en constante crecimiento.
Cada uno de estos hechos y otros tantos que no caben aquí que leyeron en estas páginas ahora tendrán movimiento y audio: están contados para que los vean y escuchen en De la resistencia a la existencia, el documental que narra de manera coral la biografía de esta experiencia autogestiva que mantiene 85 fuentes de trabajo y festeja su séptimo aniversario.
Con el impulso renovado por un nuevo cumpleaños y la emoción que conlleva compartir la proyección del documental en un espacio público como la Biblioteca Nacional, les agradecemos el apoyo que fue incesante en todo este tiempo. Esperamos seguir contando –no hasta dos o hasta diez sino contando, como dice Mario Benedetti– con ustedes como parte de esta comunidad de Tiempo.