Anoche hizo mucho frío, nos dolieron los huesos, las piernas se nos acalambraron” dice a Tiempo Walter Condorí, de la comunidad Cueva del Inca de Tilcara, que lleva más de 30 horas encadenado en el Palacio de Tribunales de la Ciudad de Buenos Aires junto a Marcos Tinte de la comunidad Sayate Oeste de Cochinoca y Lucas García de la comunidad de Santo Domingo de Rinconada. Ellos son integrantes del Tercer Malón por la Paz jujeño, que llegó hace 9 días a tierras porteñas y que exige que la Corte Suprema de Justicia de la Nación los reciba y escuche sus reclamos.

“Las piernas se nos acalambraron pero también estuvimos aguantando el baño porque la policía no nos dejaba pasar el papagayos para hacer pis, recién esta mañana se dignaron a dejarnos”, asegura Condorí. Los tres comuneros se encuentran, además, en huelga de hambre y de líquidos. “Hasta que salgan los jueces y nos den una audiencia no saldremos de acá y si nos tienen que sacar que sea muertos”, asevera.

Foto: Eliana Obregón / Télam

Según cuenta Condorí, los médicos del SAME se hicieron presentes en la madrugada para controlar su estado de salud. Asimismo, regresaron cerca del mediodía del miércoles y dijeron a los presentes que se encuentran en buen estado y con signos vitales estables.

Paradójicamente, el 9 de agosto se celebra el día internacional de los pueblos indígenas y Argentina tiene a las comunidades originarias en estado de alerta y movilización pero también en absoluto olvido. Muestra de ello no solo es la violencia institucional que se vive en Jujuy tras la reforma constitucional ilegítima. También, el destrato de las instituciones y el amedrentamiento policial que recibe la delegación desde su arribo a Buenos Aires.

La Policía quiere desalojarlos

Anoche nos asustamos, vino la policía cuando estábamos aquí manifestándonos pacíficamente junto a la gente que nos apoya, estaban frente a los que estamos encadenados y nos querían sacar”, denuncia Condorí, quien también señaló que la policía los discrimina y se ríe de la forma en que hablan. Según detalló, cerca de la 1 AM se desplegó un operativo con diferentes vehículos y presencia policial. Acorde a lo publicado por el medio Sisas, los oficiales amenazaron a los activistas con enviar al cuerpo de Infantería para desalojar la explanada y la calle Talcahuano, ocupada por la actividad. No obstante, la permanencia continuó.

“Necesitamos que todos los residentes jujeños vengan a apoyarnos, toda la gente y queremos que sepan que lo que pasó en Jujuy con el señor Morales, Larreta lo va a volcar a la Nación, ellos van por todo”, afirma Condorí.

El Tercer Malón lleva nueve días en la CABA

Desde el 1 de agosto, más de 240 personas pertenecientes a diversas comunidades indígenas llegaron desde Jujuy en protesta por la reforma constitucional de la provincia y el avasallamiento a sus derechos por parte del gobernador Gerardo Morales. Desde que arribaron a la ciudad realizan una permanencia pacífica en la Plaza Lavalle, frente al edificio central de Tribunales y han impulsado diversas actividades políticas y culturales para lograr un impacto.

Sin embargo, no solo no fueron recibidos por ninguno de los jueces de la Corte, sino que denunciaron maltrato por parte de los juzgados, vigilancia y amedrentamiento de la Policía de la Ciudad y un cerco mediático de los medios hegemónicos. Es por eso que este martes definieron avanzar hacia una medida más fuerte: tres comuneros se encadenaron en las escalinatas del Palacio de Tribunales y allí, con 9 grados de temperatura, pasaron la noche del martes.

En la tarde del 8 de agosto fueron visitados por el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, que ingresó a los tribunales y no pudo hablar con ninguno de los jueces. Según publicó Télam, sostuvo que hará gestiones con el gobierno de la Ciudad para que les permita colocar carpas que los refugien del frío, como la que está emplazada en Plaza de Mayo por integrantes de la comunidad Qom. “Vamos a hacer gestiones para que tengan espacio, baños químicos porque los están privando de todo. Esto es una violación, es racismo, discriminación e intolerancia no sólo por parte de la Corte, si no del gobierno de la ciudad”, denunció Pérez Esquivel.

Reclamos no escuchados

“Nos vemos obligados a tomar medidas, tenemos a tres compañeros encadenados porque no hay respuestas. Pedimos a todos los organismos que intervengan y actúen de inmediato”, dijo a Télam Néstor Jerez, cacique del pueblo Ocloya. Y prosiguió: “Venimos pidiendo que los jueces nos reciban para contarles qué es lo que se está viviendo en Jujuy, es la continuidad del genocidio y exterminio de los pueblos con esta reforma que está hecha a medida del poder económico concentrado y de las multinacionales”.