A pocas horas de la sanción de la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) en el Senado, el ministro de Salud de la Nación, Ginés González García, celebró este avance en el acceso a la salud pero advirtió que no será fácil de aplicar en todo el país.
“Es un enorme paso. Estoy muy contento”, dijo el funcionario en diálogo con Radio con Vos, pero adelantó el gran desafío que hay por delante: su aplicación. “Tenemos por delante un gran desafío, n va a ser fácil de aplicar. Lo sé por lo que pasó con lo que ya está aprobado, la interrupción legal, que hasta tiene fallos de la Corte, y no es fácil de aplicar, así que ahora hay que meterle muchas ganas, mucho esfuerzo”, manifestó.
Los dichos del ministro hacen referencia a la dificultad que ya existe para muchas mujeres de acceder a la Interrupción Legal del Embarazo que, si bien se puede aplicar en casos de violaciones o riesgo para la salud, en muchos lugares del país médicos e instituciones se han negado a llevarlo adelante.
“No hay que tomarlo como ningún triunfo de un grupo o de otro, sino que es una mejora colectiva que obviamente es optativa y va ser de acceso legal y gratuito. Vamos eliminar las tragedias que acompañan esta circunstancia”, consideró y destacó que “en los últimos años ha habido una innovación tecnológica tremenda, esto se soluciona con medicamentos y de manera ambulatoria, lo que favorece mucho el acceso y le da derechos, seguridad y salud”.
Ginés también se manifestó sobre los dichos de la Iglesia en rechazo a la legalización del aborto.
Horas antes de la votación en el Senado, el arzobispo argentino Marcelo Sánchez Orondo, miembro de la Pontificia Academia de Ciencias Sociales del Vaticano, dijo que Argentina “cedió a la corriente del pensamiento dominante” y que “aprobó una ley que es inconstitucional”.
“No estoy de acuerdo con esto porque si no el problema que tiene el Vaticano es grande porque Italia hace esto, Francia hace esto, porque España hace esto, Irlanda hace esto y son países católicos. Los más católicos de Europa. Si quiere poner en práctica esa doctrina, que se lo diga también a los países centrales. No puede ser que actúen así con ferocidad con América Latina. Esto en Europa no lo hacen. Yo respeto todas las creencias, pero lo que no puede ser es que las creencias estén por encima de la evidencia”, respondió el ministro.