“Mi hijo empezó las clases hace una semana pero me enteré que hay ratas desde hace varias semanas”, dijo a Tiempo Belén, mamá de un bebé que asiste a la sala de lactantes de la Escuela Infantil N° 11 del DE 01, del Polo Educativo María Elena Walsh. La comunidad educativa de esta escuela señala que desde hace varios meses viene denunciando la presencia de ratas en todo el edificio escolar. Al maternal asisten alrededor de 200 niñas y niños entre 45 días de vida y 5 años de edad y se encuentra pegado al ministerio de Educación de la Ciudad que conduce Soledad Acuña
Cansadas de no encontrar respuesta a sus reclamos, este lunes las maestras decidieron suspender las clases porque las ratas están presentes en todos lados, a cualquier hora y dejan sus excrementos en las cunas de los bebés. En los últimos meses casi 20 establecimientos educativos denunciaron la presencia de roedores. “Hasta que no solucionen el problema mi hijo no va a clases”, afirma la mamá. La escuela primaria que también integra el Polo, estaría a punto de suspender las clases por este mismo tema.
“Desde que iniciaron las clases las familias y docentes están exigiendo una desratización en la escuela, como indica el protocolo, y no se hace. Esta es una escuela que funciona hasta los días sábados porque allí también se realiza el ‘club de jóvenes’ y la Ciudad no quiere suspender las clases para hacer la desratización”, cuenta a Tiempo María José “Monona” Gutiérrez, secretaria del nivel inicial de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE-Ctera).
Mientras siguen apareciendo roedores en diferentes establecimientos educativos, en la escuela infantil N° 11 DE 01, la Ciudad se niega a realizar una desratización profunda. “Lo único que vinieron a colocar son cajas con pegamento sin ningún cebo adentro. Los mismos que pusieron eso vuelven al otro día a verificar si hay ratas dentro de las cajas. Obviamente no hay nada porque se olvidaron de poner los cebos”, agrega Gutiérrez.
Si bien desde que comenzaron las clases aparecieron los primeros roedores, hace un mes, las ratas deambulan por el edificio en todo momento del día y se encuentra excremento de ratas en las cunas de los bebés. “Limpian las cunas antes de acostarlos, y cuando los van a levantar de su descanso vuelven a encontrar caca de rata. Generalmente son lauchas, incluso hubo una mamá que en el período de adaptación vino a retirar a su hijo y se encontró con una laucha, y otra familia mató a una rata. En su mayoría son muchas lauchitas”, suma la titular de inicial de UTE.
Las docentes redactaron una nota al equipo directivo de la Escuela Infantil donde solicitaron la suspensión de clases en el edificio, basándose en el artículo 51 del reglamento escolar porteño, que establece que «El/la Director/a, Rector/a podrá disponer la suspensión de actividades escolares, dando cuenta con anterioridad o inmediatamente después, según corresponda, de su decisión a la Supervisión» (…) «. Cuando por razones sanitarias o de seguridad se hiciera indispensable la adopción de tal medida o así lo dispusiera la respectiva autoridad competente.
La voz de las familias
Tiempo pudo dialogar con Belén, mamá de un bebe que comenzó las clases hace una semana en la sala de lactantes. La mujer mostró su disgusto y descontento por la situación y manifestó “hasta que no solucionen el problema mi hijo no va a clases. La verdad que no sabía que había ratas porque soy nueva en la escuela, me enteré este lunes cuando fui a llevar a mi bebé. Fue la auxiliar de portería que me dijo que se habían suspendido las clases por la presencia de ratas y que nuevamente habían encontrado excremento de rata dentro de las cunas”, explica a Tiempo.
“Esta situación es gravísima y me desespera”, sigue Belén, “tengo otro hijo que va al nivel primario de la misma escuela y en el grupo de mamás y papás, avisaron que parece que también van a suspender las clases porque hay muchas ratas”.
Desde finales de 2022 hasta la fecha, 17 establecimientos educativos denunciaron invasión de ratas. Las familias y los equipos docentes, exigen a las autoridades de la cartera que conduce Soledad Acuña, que solucionen esta situación que podría traer graves consecuencias en la salud de niños y niñas, jóvenes y adolescentes.
El jueves pasado, Tiempo sacó a la luz, la aparición de ratas en la Escuela Comercial 19 de Caballito. Al igual que en la escuela infantil de Retiro, ya cansados con la situación, el cuerpo docente del Comercial 19 de Caballito presentó una nota formal a las autoridades del establecimiento exigiendo la suspensión de las clases presenciales en el edificio escolar hasta que se haga efectiva la desratización, pero los directivos lo rechazaron.
Días sin clases por ratas
El pasado 5 de abril, Tiempo publicó una nota sobre una escuela porteña que suspendió las clases por invasión de ratas. En el edificio funcionan tres establecimientos educativos: una escuela primaria, un jardín de infantes y una escuela de música. Los roedores están desde septiembre del año pasado y en este caso fueron las familias quienes decidieron no enviar a sus hijos hasta que la Ciudad solucione el problema.
“La aparición de roedores la venimos padeciendo desde el mes de septiembre del año pasado cuando en medio de una clase de percusión apareció una rata y, en ese mismo momento, hicimos el reclamo”, manifestó a Tiempo Ezequiel Agnolón, director de la Escuela N°5 DE 5 situada en Av. Montes de Oca 439 del barrio de Barracas. La escuela de música es para profundizar el aprendizaje que se da en escuelas primarias intensificadas en esa especialidad, aparte de brindar la posibilidad de aprender un instrumento particular. Las y los estudiantes, pueden aprender violín, violonchelo, contrabajo, piano, teclado, guitarra, flauta dulce flauta traversa y clarinete; además de danzas folklóricas, coro, instrumentos autóctonos, expresión musical e iniciación de 5 y 6 años.
El titular del establecimiento educativo contó que, desde entonces, el gobierno realizó una sola desratización con la colocación de cebos y no una fumigación profunda como debería hacer. “Este año empezamos las actividades con los docentes el 6 de febrero y el 13 vimos otro roedor; por suerte, todavía no estaban los alumnos. Ese mismo día le pedimos al arquitecto del ministerio encargado del distrito que realizara una desratización antes de que comenzaran las clases y la cartera educativa no la habilitó”, agregó Agnolón. El argumento para no realizar una