Tras haber flexibilizado los protocolos en las escuelas porteñas que rompieron abruptamente con el distanciamiento escolar, la ministra Soledad Acuña ahora quiere llevar adelante un polémico cambio en la definición de “casos sospechosos”, para las aulas no se aíslen cuando aparecen estudiantes con síntomas.
Desde el 17 de agosto, cuando el gobierno porteño avanzó con la presencialidad total en las escuelas, la cantidad de aulas aisladas en cada establecimiento educativo se multiplicó. Ante este escenario, el ejecutivo local, intenta negar nuevamente el contexto epidemiológico y analiza cambios en el protocolo escolar para flexibilizar aún más los protocolos con el objetivo de que las escuelas no interrumpan la asistencia de estudiantes ante la aparición de síntomas de Covid-19.
Luego de que la gestión de Horacio Rodríguez Larreta publicó un protocolo general ante la nueva variante Delta, en el que señala que “todos los contactos estrechos (convivientes o no convivientes) de casos probables o confirmados de la variante delta deberán realizar cuarentena por 14 días desde el último contacto con el caso, independientemente de su condición de inmunización”. En la aclaración detalla que a partir del décimo día, con PCR negativo, podrán ser dados de alta. Los únicos que se opusieron a este cambio fueron los integrantes de la organización autodenominada “Padres Organizados”, porque entienden que esto representa una traba para que haya presencialidad total en las escuelas.
Desde el gobierno porteño escucharon a este sector minoritario de familias y, desde la cartera que dirige Soledad Acuña, aseguraron a este medio que están redactando otro protocolo sanitario que saldrá a la luz en los próximos días, y que tiene como objetivo principal “evitar que se pinchen las burbujas (las aulas) de manera constante” ante la aparición de síntomas.
Tiempo tuvo acceso a algunas cifras oficiales que, según el gobierno porteño, permitirían flexibilizar aún más los protocolos. La Ciudad toma como válido contar los casos confirmados, incluso, desde antes del receso invernal. Según esas cifras oficiales “los contagios se redujeron un 28%”. En el período del 15 de junio al 15 de julio, previo a las vacaciones de invierno, se registraron 2.537 positivos en las escuelas. Y desde el 1 de agosto al 31 del mismo mes, hubo 1.836 en las escuelas.
Desde el ministerio de Educación de la Ciudad, aseguran que estos datos permiten modificar nuevamente los protocolos sanitarios ya que el descenso en los contagios, no se ve reflejado en la cantidad de aulas aisladas. “Todavía no está definida la letra fina, la idea es que la presencialidad no se interrumpa ante el mínimo síntoma”, informan desde la cartera educativa. “Estamos en una época de virus estacionales y es normal que haya chicos con congestión que no necesariamente se trate de Covid”.
De esta manera el gobierno de la Ciudad intenta ocultar el brote de contagios en la sede de Belgrano del Colegio ORT, que ya tienen 61 casos confirmados, cuando el sábado eran 43, como consecuencia de la variante Delta que, a diferencia de las demás mutaciones, se propaga en pocos segundos.
¿Cómo será esta nueva flexibilización?
Analizan determinar que al menos existan dos síntomas compatibles con el Covid-19 para ser considerado como “caso sospechoso”.; o que solo se aísle al estudiante que sufre de síntomas hasta que se realice el hisopado. Si el alumno o alumna es positivo, recién ahpi se aislará al curso completo y a las y los docentes. En las próximas horas, funcionarios de la cartera de Salud que dirige Fernán Quirós, y Educación, mantendrán un encuentro para terminar el nuevo protocolo escolar.