Hace seis meses que el tren no llega a Chascomús, y más de un año que no arriba a Mar del Plata. Y aunque en noviembre el Ministerio de Transporte había anunciado la rehabilitación de ambos servicios para antes de fin de año, lo cierto es que no tienen fecha cierta de reinicio, según confirmó días atrás Rebeca Gil, coordinadora general de prensa de Trenes Argentinos Operaciones. La misma suerte corren, algunos desde fines de junio (por la suspensión de todos los ramales de Ferrobaires dispuesta por la gobernadora María Eugenia Vidal) y otros desde agosto de 2015 (por la crecida del río Salado), unos cien pueblos bonaerenses.
En noviembre, de la mano del anuncio de la cartera que dirige Guillermo Dietrich, se iniciaron las pruebas de circulación del tren a Mar del Plata, que revelaron inconvenientes en varios sectores de la traza, algunos todavía en obra, como la doble vía entre Camet y La Feliz, y otros con durmientes que deben ser remplazados o vías aún no asentadas, que obligan a circular precautoriamente a velocidades muy bajas.
Si bien la gráfica de la boletería de Constitución, con el aditamento del logo de Trenes Argentinos Larga Distancia (en reemplazo del histórico nombre Ferrocarriles Argentinos que había rescatado la gestión kirchnerista), hacía prever que el servicio sería reactivado de manera inminente, para ofrecer el servicio a Mar del Plata desde el inicio de las vacaciones, no existe todavía un cronograma. Por ende, no comenzó la venta de pasajes ni en boleterías ni por Internet.
Transporte prometió brindar dos servicios diarios a Mar del Plata, uno directo y otro con paradas intermedias. Están suspendidos desde agosto de 2015, cuando las inundaciones que azotaron a la provincia de Buenos Aires comprometieron la estabilidad del viejo puente ferroviario sobre el Salado.
El caso de Chascomús es diferente. Los servicios fueron suspendidos el 30 de junio pasado, de forma sorpresiva, cuando el gobierno bonaerense anunció a través de su Ministerio de Infraestructura la suspensión hasta nuevo aviso de todos los ramales operados por la Unidad Ejecutora del Programa Ferroviario Provincial, es decir, Ferrobaires, aduciendo razones de seguridad. La decisión afectó a las poblaciones de Chascomús, Tandil, 25 de Mayo, Bragado, Junín, Alberdi y General Pico (La Pampa), y a varias decenas de estaciones intermedias, que siguen reclamando por la vuelta del tren.
Respecto de Chascomús, se informó que el tramo desde Alejandro Korn será cubierto con una frecuencia menor a la ofrecida antes de la suspensión, y que el diferencial rápido que cumplía el servicio desde Plaza Constitución, inaugurado en 2014, no volverá a circular. Será absorbido, afirmaron desde el Ministerio de Transporte, por las paradas del aún incierto tren a Mar del Plata.
En lo que va de la gestión Cambiemos, sin contar las trazas afectadas el año anterior por las inundaciones, un total de 104 pueblos y ciudades se quedaron sin tren. A los postergados por las suspensiones de Ferrobaires se sumaron pueblos de las provincias de La Pampa y Entre Ríos, donde también se discontinuaron varios ramales, entre ellos el que pasaba por Basavilbaso, llamada la Capital del Riel, que ya no cuenta con servicio de pasajeros.