El temporal de viento que pasó por la Ciudad de Buenos Aires –y otros puntos del país- en las últimas horas se hizo sentir en la Villa 31, donde voló parte del techo de un aula de la escuela primaria Banderita. El viento reflotó los reclamos por las fallas de infraestructura que padece esa comunidad educativa, donde días atrás debieron suspenderse las clases por falta de agua. Se trata de una escuela mudada a nuevas instalaciones en 2019, que arrastra problemas edilicios desde entonces. Allí asisten muchos de los nenes y nenas de las familias desalojadas días atrás de la toma conocida como La Fuerza de las Mujeres.
“El techo de un aula de la Banderita voló por los aires. No sucedió nada grave de milagro. ¿Cuándo van invertir en las escuelas con materiales de construcción que no sean de papel? No les preocupa la educación siguen bajando el presupuesto educativo”, lamentó Natalia Militi, Secretaria de Educación Primaria de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE). “Se voló por el viento. El material que utilizaron para hacer la Banderita es de cartón. Hay filtraciones, hay bastantes problemas. Está complicado”, describió.
“Debido a las fuertes ráfagas de viento de las últimas horas, al quedar las ventanas abiertas, se levantaron algunas placas de cielorraso. Se está trabajando para normalizar situación. No se registran otros daños. Se está dictando clases normalmente”, respondieron desde el Ministerio de Educación de la Ciudad.
Hace menos de dos semanas, las clases permanecieron suspendidas durante tres días por falta de agua, algo que afectó a más de 800 chicos y chicas que asisten a los distintos niveles educativos del Polo Mugica. “Y todos los días el subsuelo está inundado sale, agua por las paredes y no han dado con el problema”, agregó un profesor del nivel primario.
Florencia Díasprotti, docente de secundaria y delegada de UTE, señaló que las falencias de la obra del Gobierno de la Ciudad afectan a la comunidad desde el primer día. “En el año 2019 nos mudaron a este edificio nuevo sin que estuviera el final de obra. El cuarto piso no estaba terminado, no tenía las protecciones adecuadas para poder estar con chicos y chicas ahí. Nos obligaron a mudarnos en condiciones que no eran seguras. Ni bien nos mudamos, se rompían todos los picaportes y nos quedábamos encerrados en las aulas estudiantes y docentes. Al poco tiempo se inundó la escuela, hay filtraciones que se van a arreglando pero que se vuelven a producir porque la falla es estructural. Todo el tiempo hay filtraciones de agua que hacen que se deterioren los techos, los suelos y demás. A fines de 2019 se prendió fuego un aula, el primer peritaje dijo que fue un desperfecto eléctrico. A esto se suma que hay unas rejas que impiden el acceso de ambulancias y bomberos a la primaria y el jardín. Los pizarrones se han deteriorado porque son de mala calidad. Hay ventanas que no se pueden abrir porque están mal colocadas las rejas”, enumeró. Y concluyó: “La escuela está construida con material de mala calidad en muchos casos, las puertas y los baños se rompen. No es producto de vandalización de los estudiantes. No rompen su lugar”.
El Polo Mugica es una de las obras emblemáticas del Gobierno de la Ciudad y del Ministerio de Educación porteño. Allí asisten muchos de los nenes y nenas que vivían en la toma de La Containera, desalojada con violencia hace dos semanas. En el terreno, según el Ejecutivo local, se planea construir una nueva escuela para el barrio, proyecto del que no se conocen precisiones ni presupuesto. En cambio, sí hay versiones sobre la posibilidad de que no se trate de una escuela nueva sino de una mudanza: para instalar allí –como adelantó este diario- el colegio Indira Gandhi, que funciona en terrenos con mucho verde en Costanera Norte, área codiciada por el Gobierno porteño.
¿NUEVA ESCUELA O MUDANZA Y NEGOCIADO?
El tema surgió en el debate de candidatos y candidatas de la Ciudad para las próximas elecciones. María Eugenia Vidal hizo referencia a la nueva escuela que llegaría a la Villa 31, al predio desalojado con topadoras. “En ninguna reunión del Consejo de Gestión Participativa -órgano mediante el cual según la ley tienen que pasar las decisiones vinculadas a la urbanización- se informó sobre la decisión de crear una nueva escuela en ese terreno, que hasta la toma fue un basural”, advirtió la legisladora Maru Bielli, del Frente de Todos. Y agregó: “Se trataría del traslado de la escuela Indira Gandhi, una escuela que funciona hace más de 50 años en un predio de 2 hectáreas, donde asisten 175 pibes del barrio. Cinismo combinado con falta de información. Presentamos un pedido de informes para que el Gobierno de la Ciudad dé cuenta de la situación. Esperamos que recapaciten y no le saquen a los y las estudiantes del barrio su escuela”, expresó.