El cura Eduardo Lorenzo se suicidó en la tarde de este lunes en la sede de Cáritas de la ciudad La Plata, apenas unas horas después de que la justicia ordenara su detención bajo acusación de haber abusado sexualmente de al menos cinco varones menores de edad. Según informó la Policía Bonaerense, el cuerpo del cura fue encontrado con un disparo en la cabeza, sin precisar más detalles. Algunos testigos habrían confirmado el suicidio, ya que Lorenzo se encontraba solo en una oficina.
Ex capellán del Servicio Penitenciario bonaerense y confesor del cura Julio César Grassi, el sacerdote ya había sido denunciado en 2008 por abusos sexuales ocurridos en las iglesias San Benito y Nuestra Señora de Lourdes, también de La Plata, en campamentos que organizaba él mismo. En ese momento, once años atrás, el denunciante fue un menor de edad del hogar para chicos «Leoncito», aunque la acusación fue desestimada por falta de pruebas. Sin embargo, la aparición de nuevos testimonios reactivaron la causa este año y hoy mismo la jueza Marcela Garmendia había solicitado su detención luego de analizar su perfil psicológico, realizado por peritos oficiales.
Una de las víctimas que denunciaron a Lorenzo contó ante la fiscal de la causa cómo el propio Lorenzo llamó a la casa de sus padres para intentar conocer qué iba a declarar ante la Justicia. Ya en el final de su relato, el joven le habló al cura: «Fuiste y sos el peor monstruo que conocí en mi vida. Tus mentiras se van a terminar. No vamos a parar hasta que se haga justicia».