Este sábado 30 de noviembre se cumplen cuatro años de la desaparición forzada de Carmen Elizabeth Villalba, “Lichita” en Paraguay. La niña de 14 años desapareció en 2020, a dos meses de la una incursión de las Fuerzas de Tarea Conjunta (Policía y Ejército) de ese país contra un campamento del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), donde se encontraban sus familiares. En ese momento, el Estado paraguayo ordenó y justificó el fusilamiento de las niñas argentinas de 11 años, María Carmen y Lilian Mariana Villalba (primas de Lichita), que se encontraban en el campamento para conocer y compartir con sus padres, integrantes del grupo insurgente EPP.

En conversación con Tiempo, Elsa Oshiro del Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos y parte de la Campaña internacional unificada en solidaridad con la Familia Villalba, contó que marchan este viernes 29 de noviembre desde las 14 horas en la Embajada de Paraguay, ubicada en Avenida Las Heras 2545 de la Ciudad de Buenos Aires. “Seguimos reclamando la aparición con vida de Lichita. Estamos pidiendo que se tome este hecho como desaparición forzada y no como trata de personas como lo caratularon las instancias judiciales en Paraguay. De todas maneras, tampoco se hizo una investigación al respecto”, manifestó.

https://www.instagram.com/p/DC9YxO2RamR/

Oshiro contó que la marcha en la embajada –que se hace cada año desde la desaparición- es una de las acciones simultáneas que llevará a cabo en diferentes territorios del país pero también en Paraguay. “Una delegación internacional humanitaria viajó a Asunción para hacer los reclamos frente a las autoridades paraguayas en el territorio”, expresó. La delegación está conformada por activistas de derechos humanos de Paraguay, Argentina, Uruguay y Brasil.

En Asunción, durante este sábado 30 de noviembre, se realizarán actividades para visibilizar la causa y reclamar, en especial, por el injustificado agravamiento de las condiciones de detención de tres mujeres, dos de ella de la familia Villalba, que fueron vinculadas por el Estado paraguayo a causas relacionadas con el EPP: Carmen Villalba –madre de Lichita-, Laura Villalba –madre de una de las niñas asesinadas, María Carmen- y Francisca Andino, militante de EPP.

En octubre pasado, sin previo aviso, las tres mujeres fueron trasladadas a la cárcel de máxima seguridad en Minga Guasú, donde viven en condiciones inhumanas, con muy pocos alimentos o agua, en aislamiento y sin luz del sol, según informó su abogado Salvador Sánchez en un video difundido por la Campaña.

Ensañamiento con la familia Villalba

Desde los crímenes de las niñas y la desaparición de Lichita, el Estado paraguayo profundizó la persecución contra la familia Villalba. Es decir, en lugar de establecer las responsabilidades por los crímenes y buscar a la desaparecida, hay un ensañamiento hacia las mujeres y sus familias. Según publicó Página 12, Laura Villalba recibió hace unos meses una condena de 31 años de prisión, acusada falsamente de ser “la enfermera del EPP – Ejército del Pueblo Paraguayo”. En tanto que Carmen Villalba lleva 3 años de prisión ilegal, ya que cumplió la condena de 18 años que pesaba sobre ella el pasado 26 de julio del 2021.  “Pasa el tiempo, Lichita sigue desaparecida y su madre (Carmen Villalba) está sufriendo un encierro totalmente inhumano junto con Francisca Andino y su hermana Laura en la cárcel de alta seguridad de Minga Guasú”, informó Oshiro.  

Por eso la Campaña denuncia la persecución a toda la familia Villalba y la violación a todos los tratados internacionales, ya que el 3 de octubre pasado el gobierno de Javier Milei canceló del estado de refugiados políticos de todos los integrantes de la familia.

Ante las órdenes de detención que pesan sobre ellos, debieron trasladarse a Venezuela. En las últimas horas, Myriam Villalba, madre de la niña asesinada Lilian Mariana, fue demorada en ese país por Interpol. “El gobierno argentino le ha quitado el refugio y ahora tienen que buscar otro lugar seguro donde vivir porque si bien hay 5 adultos también hay 12 niños y niñas que no tienen seguridad y que viven momentos de angustia y que necesitan ser protegidos”, expresó Oshiro.