Dos tribunales de Rosario demoran la decisión de concederle la prisión domiciliaria a una detenida por narcotráfico que padece HIV, problemas en riñones y estómago, le fue amputada una pierna, soporta dolores e irrigación que le impiden utilizar su prótesis, fue discriminada y amenazada en su lugar de detención, “corriendo peligro su vida, integridad física y seguridad”.

Como medida para paliar sus padecimientos, “fue trasladada a más de 600 kilómetros de su domicilio y su grupo familiar, entre ellos su hija menor de edad, se encuentran imposibilitados de visitarla”.

La Cámara Federal de Rosario le denegó la prisión domiciliaria, pero la Cámara Federal de Casación revocó esa medida y advirtió que ante la crisis por la pandemia del coronavirus es necesario revisar con urgencia la situación de la detenida.

Sin embargo, la Cámara firmó una resolución en la que resolvió “no emitir pronunciamiento sobre la cuestión debatida”, porque hay un plateo pendiente ante un tribunal oral federal. Hasta tanto esa instancia no se resuelva, la detenida seguirá en las condiciones actuales.

El fallo fue firmado por dos de los tres jueces del tribunal, José Guillermo Toledo y Elida Isabel Vidal.  El tercero, Aníbal Pineda, no pudo hacerlo “por encontrarse cumpliendo licencia excepcional por haber ingresado al país desde el exterior proveniente de áreas con circulación y transmisión de coronavirus (COVID-19)”.

La detenida que padece esta situación es Marta Susana Bustamante, sospechada de integrar la banda de René «El brujo» Ungaro, una organización acusada por narcotráfico en el sur de Rosario.

Según documentación a la que accedió Tiempo, Bustamante está todavía en una cárcel común porque un informe de la Sección Asistencia Médica de la Unidad 13 del Servicio Penitenciario Federal sostuvo que  “en lo que respecta al control de las patologías sufridas por la encartada, no se acreditó que efectivamente ello no pueda ser tratado dentro del Instituto Correccional de Mujeres ‘Nuestra Señora del Carmen’ de Santa Rosa (La Pampa) o -de agravarse- en un Hospital Penitenciario o extramuros”.

La resolución que rechazó su domiciliaria expresa que “el cuadro que presentaría la interna no permite afirmar que nos encontremos ante alguno de los supuestos legales que habilitan lo pretendido”.

Pero los jueces de la Cámara de Casación Mariano Borinsky, Javier Carbajo y Guillermo Yacobucci advirtieron que desde que le fue denegada la domiciliaria, en octubre del año pasado, a hoy, algunas cosas han cambiado.

“Habida cuenta la emergencia sanitaria frente a la pandemia declarada por la aparición del Coronavirus (Covid-19), de conformidad con lo dispuesto mediante D.N.U. 260/2020, las Acordadas nº 4/20 de la Corte Suprema y 4/20 de esta Cámara Federal de Casación Penal; esta situación debe ser considerada en el particular frente al estado de salud invocado por la defensa dado que no pudo ser valorada al momento de dictar la resolución aquí cuestionada”.

La Sala B de la Cámara Federal de Rosario recibió de vuelta el expediente y debía pronunciarse sobre el pedido de domiciliaria “con la celeridad que el caso impone”.

Sin embargo el tribunal postergó una decisión a la espera de que se pronuncie el Tribunal Oral Federal número uno de Rosario.

Bustamante, en tanto, sigue en la misma situación.